Miles de escoceses han tomado las calles a favor del referéndum, después del 'no' de la justicia británica al segundo referéndum. Y lo han hecho en toda una serie de concentraciones convocadas este miércoles por la tarde por todo el país: Edimburgo, Glasgow, Perth, Dundee, Selkirk, Orkney, Skye, Inverurie, Lochaber, Greenock, Stirling, Lochgilphead, Inverness, Aberdeen y Dumfries. En la ciudad mayor de Escocia, Glasgow, los asistentes a la movilización han ocupado hasta los topes las escaleras de la Real Sala de Conciertos y han enviado un mensaje claro: "¡Depende de nosotros decidir!". Algunos usuarios han compartido en Twitter imágenes del momento, con la etiqueta #TimeForScotland (Es la hora de Escocia). Antes, el independentismo escocés ya había reaccionado en masa al bloqueo del Supremo.

La mayoría de gente se ha concentrado ante el parlamento escocés (en Edimburgo), donde Nicola Sturgeon ha vuelto a encabezar una concentración independentista después de mucho tiempo y se ha dirigido a los manifestantes para reivindicar que "el argumento democrático a favor de un referéndum de independencia es ahora más fuerte que nunca". "El movimiento independentista acaba de convertirse en el movimiento democrático de Escocia", ha remachado, después de haber aceptado el bloqueo del Supremo y planteado las próximas elecciones como plebiscitarias. La televisión pública británica, la BBC, ha difundido imágenes de la multitud concentrada en la capital del país.

También en Edimburgo, las consignas y los discursos tanto de activistas como de políticos se han combinado con música tradicional escocesa. Centenares de banderas nacionales han ondeado mientras sonaban las cornamusas, aunque un pequeño reducto de unionistas británicos se ha concentrado en el otro lado de la calle para llevar a cabo una contramanifestación. El reportero de The National Craig Meighan ha compartido vídeos de la concentración independentista ante el Parlamento.

Si bien las concentraciones eran a favor del referéndum, las movilizaciones han servido para reaccionar al bloqueo del Supremo. El alto tribunal británico ha negado que Escocia pueda celebrar un referéndum sin el aval de Londres, cosa que dificulta el camino a los independentistas. El gobierno británico ha tomado nota y ha exigido al ejecutivo escocés que se centre en "los problemas importantes", reiterando así su negativa a la consulta. Ante esto, Sturgeon ha decidido aceptar el bloqueo del Supremo y se ha limitado plantear las próximas generales como un referéndum. Si bien la mayoría de gente se ha tomado bien el movimiento de la primera ministra, es verdad que algunas personas han exigido su dimisión por no seguir adelante con la votación. Sea referéndum o sean unas elecciones plebiscitarias, los millares de escoceses que han tomado las calles este miércoles por la tarde han dejado claro que lo que quieren es decidir su futuro en las urnas.