Mientras medio planeta sufre la sequía, el temporal de lluvias en el estado de Rio Grande do Sul, en el sur del Brasil, está provocando desbordamiento de los ríos que han causado graves inundaciones. El balance de víctimas mortal hasta ahora es de al menos 76 muertos, 373 desaparecidos y más de 82.000 desplazados, en la que ya se considera la tragedia mayor del estado, ya que, según el Servicio Geológico Brasileño, las inundaciones han superado las registradas durante la histórica inundación de 1941. En algunas ciudades, como Porto Alegre, los niveles de agua han sido los más altos desde que empezaron los registros desde hace casi 150 años.

Las imágenes de las inundaciones y de los rescates, que se comparten en las redes sociales, son espectaculares. Ciudades, pueblos, carreteras inundadas, personas encima de los techos de las casas esperando a ser rescatadas, muchos animales (especialmente perros) siendo también rescatados, ríos y presas desbordados están dejando un paisaje devastador.

El estado de Rio Grande do Sul, fronterizo con Uruguay y Argentina, es el más afectado, pero también ha afectado al estado vecino de Santa Caterina. Además de los 57 muertos, y otros 7 pendientes de confirmar si la causa está relacionada con las lluvias, también hay hasta ahora 74 desaparecidos, y 82.566 personas han tenido que abandonar sus casas, de los cuales 13.324 se alojan en albergues públicos. Los aguaceros han afectado a un total de 317 municipios, más de la mitad de los que forman el estado, incluida la capital regional, Porto Alegre, cuyo centro histórico quedó completamente inundado después de que el río Guaíba se desbordara, al alcanzar su nivel más alto en ocho décadas.

Concentrados en los rescates

El gobernador de Rio Grande do Sul, Eduardo Leite, dijo en una rueda de prensa que "la lluvia ha empezado a dar una tregua", pero anticipó que la región enfrentará dificultades durante varios días, hasta que los ríos vuelvan a su cauce, y después, requerirá ayuda económica para recuperarse. "Rio Grande do Sul necesitará un plan Marshall de recuperación", dijo Leite en una intervención al lado del ministro de Comunicación Social, Paulo Pimenta. El ministro dijo que este domingo será "un día decisivo para los rescates" de las personas que están aisladas y para entender la evolución de la crisis, que empezó el lunes pasado con un volumen de precipitaciones inusualmente alto, que elevó el nivel de numerosos ríos a la región. Los rescates concentran ahora todos los esfuerzos de las autoridades.

Las zonas más críticas en estos momentos se registran en las localidades de Canoes, Eldorado y en la región metropolitana de Porto Alegre, la capital regional, donde el río Guaíba llegó en cotas históricas y causó inundaciones en varios barrios. Porto Alegre, ciudad de 1,3 millones de habitantes, está aislada del resto del país tanto por carretera como por avión, ya que el aeropuerto internacional suspendió sus operaciones viernes por la noche y está cerrado. Las inundaciones no han sido mayores a la capital regional porque se han cerrado unas compuertas de cinco metros de altura construidas a la zona portuaria y que son activadas a veces de grandes crecidas del Guaíba, que suceden muy raramente.

Efectos asociados al fenómeno de 'El Niño'

El sur del Brasil ha sufrido durante el último año una serie de acontecimientos climáticos extremos asociados al fenómeno de El Niño, que provoca un aumento de las precipitaciones en esta parte del país. De hecho, el clima de toda América del Sur se ve afectado por el fenómeno climático de El Niño, un acontecimiento periódico y natural que calienta las aguas superficiales en la región del Pacífico ecuatorial. En Brasil, El Niño ha causado históricamente sequías al norte y fuertes lluvias en el sur. Este año, el impacto de El Niño ha sido particularmente dramático, con una sequía histórica en la Amazonia. Según los científicos, los fenómenos meteorológicos extremos se producen con más frecuencia a causa del cambio climático causado por el hombre.