Más revelaciones sobre el Qatargate. Marruecos podría ser el país responsable de establecer las estructuras de la red de sobornos para influir en la Eurocámara, según ha podido saber el diario Der Spiegel. Aunque en un principio la trama de corrupción que implica miembros del Parlamento Europeo se centró en Qatar, Marruecos podría haber jugado un papel todavía más importante. El medio alemán ha tenido acceso además de 1.300 documentos internos que han permitido hacer una reconstrucción de la investigación, la cual provocó la detención, entre otros, de la vicepresidenta del Parlamento Europeo Eva Kaili. Asimismo, según publican, la información hecha pública hasta ahora "es solo la punta del iceberg" y señalan que países como "Mauritania y, quizás incluso, Arabia Saudita" podrían estar implicados.

Der Spiegel recoge que los funcionarios belgas iniciaron la investigación del Qatargate fijándose en Marruecos. El servicio secreto de un país aliado avisó a las autoridades belgas de la existencia de una organización criminal que estaba actuando en el país para influir en la opinión sobre Marruecos con la colaboración de parlamentarios europeos. Ante eso, el Servicio de Seguridad del Estado (VSSE) de Bélgica aplicó medidas excepcionales, como la vigilancia secreta de presuntos implicados y el registro de algunos de sus domicilios. En concreto, funcionarios del servicio secreto belga accedieron a la casa de Antonio Panzeri, exdiputado de la Eurocámara que actualmente está siendo investigado por este caso de corrupción, donde encontraron escondidos 380.050 euros en efectivo bajo la cama y 320.000 más guardados en la caja fuerte. A pesar de estas pruebas, en un principio no se presentó ninguna denuncia y los investigadores solo advirtieron al fiscal general. A la vez, siguieron recogiendo más información de esta presunta red de sobornos en el Parlamento Europeo en beneficio de Marruecos.

Altos cargos de Marruecos, posibles implicados

Los documentos consultados por el medio alemán ponen encima de la mesa la posible implicación del servicio de inteligencia exterior marroquí DGED. Según apuntan, el mismo jefe de la DGED, Yassine Mansouri, podría estar directamente involucrado en el intento de influir a los parlamentarios de la UE. Las pruebas recogidas por los investigadores belgas muestran que Mansouri se reunió con la eurodiputada Andrea Cozzolino, la cual también se cree que forma parte de la red formada por el exdiputado del Parlament Europeo Panzeri. "Si se fundamenta, significaría que los tentáculos del escándalo se extienden a los niveles más altos del estado marroquí", subraya a Der Spiegel. De hecho, en la posible conexión marroquí con los parlamentarios, Mansouri se encontraría al frente, seguido del embajador del Marruecos en Polonia, Abderrahim Atmoun, que, según detallan, tiene buenos contactos en Bruselas y París. Sin ir más lejos, los investigadores recogen una foto del 2014 que Atmoun publicó en Facebook donde aparece con Panzeri.

¿Qué buscaba Marruecos?

La posible implicación del gobierno de Rabat en esta trama criminal podría tener unas motivaciones claras. Hay que recordar que dos tercios del comercio exterior de Marruecos dependen de la Unión Europea, según expuso a Josep Borrell, alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, durante un viaje a la capital del país. Aparte, Marruecos es el principal receptor de financiación de la cooperación de la UE, con un total de 1.600 millones de euros previstos entre 2021 y 2027. Asimismo, el gobierno marroquí también busca el apoyo político de otros estados para su conflicto por el Sáhara Occidental. Por su parte, la UE está interesada en mantener su relación con Marruecos para frenar la llegada de migrantes africanos a Europa.