La líder opositora venezolana María Corina Machado no asistirá finalmente ese miércoles a la ceremonia de entrega del premio Nobel de la Paz en Oslo. Así lo ha confirmado la cadena pública noruega NRK, citando al Instituto Noruego del Nobel. Machado tiene prohibición de viajar fuera de Venezuela desde hace alrededor de una década y lleva más de un año escondida en paradero desconocido. Sus intervenciones públicas suelen ser telemáticas y por redes sociales, más allá de las veces que apareció entre los suyos en Caracas durante la última campaña electoral venezolana. Durante estos días se había especulado sobre las posibilidades de que Machado acudiera al acto. Así, finalmente la principal cara de la oposición al chavismo no estará presente en su reconocimiento con el Nobel de la Paz, en una ceremonia que el Comité Noruego había preparado con la presencia del rey Harald y varios dirigentes latinoamericanos afines a ella como el ultra Javier Milei o Daniel Noboa. Será su hija, Ana Corina Sosa, quien recoja el premio en su lugar y lea el discurso de aceptación.
María Corina Machado había afirmado a lo largo de los últimos meses, desde que se anunció que el Nobel de la Paz sería para ella, que tenía la intención de asistir a este acto, a pesar de las dificultades que tendría para llegar a Noruega. Ya este miércoles, en medio de la incertidumbre sobre si podría asistir o no, se tuvo que cancelar el primer acto previsto: una rueda de prensa en el Instituto Nobel de Oslo. Ni la organización del Nobel ni la familia de la opositora han dado más detalles por ahora. "No puedo decir nada más", afirmó su hermana, Clara, quien estaba presente en Oslo esperando a María Corina. También están allí los hijos de la galardonada o el también opositor venezolano que disputó las elecciones sin éxito a Nicolás Maduro y que ahora reside exiliado en España, Edmundo González. Desde España también ha viajado la diputada del PP Cayetana Álvarez de Toledo, amiga de Machado.
No es la primera vez que un galardonado con el Nobel de la Paz se ausenta de la ceremonia, dado que ya ha ocurrido en media docena de ocasiones. Cuando el chino Liu Xiaobo, entonces encarcelado, lo ganó en 2010, nadie asistió a recoger el premio: se puso una fotografía suya al lugar donde tenía que sentar y la actriz noruega Liv Ullmann leyó su discurso de aceptación. El 2022, el bielorruso Alas Bialiatski, uno de los tres galardonados con el Nobel de aquel año y entonces también a prisión, estuvo representado por su mujer, Natallia Pinchuk. Este año finalmente será la hija de Machado, Ana Corina Sosa, quien recoja el premio en su lugar y lea el discurso de aceptación.
Protesta en Oslo contra el Nobel "sangriento"
Coincidiendo con el día antes de la ceremonia, unas 200 personas convocadas por varias organizaciones noruegas han protestado ante la sede del Instituto del Nobel contra la elección de Machado para el galardón. "Machado no merece el Nobel de la Pau. El premio tendría que ir a alguien que esté a favor del diálogo pacífico y que una a la gente", ha aseverado Kari Anne Næss, presidenta de la Asociación Noruega por la Pau, creada en 1885 y la organización de este tipo más antigua de este país nórdico. En la concentración participaron también dos representantes del Partido de Izquierda Socialista y de Rojo, cuarta y sexta fuerzas parlamentarias, respectivamente, y aliados del Ejecutivo laborista en minoría que gobierna Noruega. Ambos partidos se han opuesto al galardón para Machado, quien es próxima a figuras como Donald Trump, Javier Milei o Vox en el caso de España.
Venezuela, bajo el acoso militar de Trump
Los protestantes han marchado bajo los lemas "ningún premio de la paz para los belicistas", "No en el Nobel sangriento" y "Estados Unidos, fuera de América Latina". El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, aseguró este martes no saber nada sobro estas protestas, si bien ha agradecido las movilizaciones en las calles de Noruega para decir "no a la guerra por petróleo". Maduro se encuentra amenazado por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, quien ha reiterado este miércoles en una entrevista a Político que el dirigente chavista tiene "los días contados" y no ha descartado la invasión terrestre en el país latinoamericano. Este mismo martes, dos aviones de combate estadounidenses han sobrevolado las aguas del Golfo de Venezuela, en un nuevo gesto de presión bélica. A su vez, las autoridades del país caribeño aseveran que están dispuestas a "luchar" en caso de agresión "imperialista" de los Estados Unidos.
