Luxemburgo es, desde este sábado, el primer país del mundo con el transporte público gratuito. Esta medida le costará al gobierno 41 millones de euros, según las estimaciones de títulos de transporte que se dejarán de vender.

Ya no hay máquinas expendedoras de billetes pero se recomienda viajar con documentación para poder identificar a los usuarios. Todo el transporte será gratuito con una excepción: los trenes de primera clase y los viajes al extranjero.

Luxemburgo es un país pequeño y hay mucha gente que trabaja al extranjero; unas 200.000 personas se desplazan cada día a trabajar a los países vecinos (Bélgica, Francia y Alemania). Estas personas se podrán beneficiar de una tarifa reducida.

Esta decisión se ha tomado para reducir el uso del coche ya que Luxemburgo tiene casi siete vehículos por cada diez habitantes, hecho que lo convierte en uno de los países del mundo con más coches.