La implicación del oligarca ruso y expropietario del Chelsea, Roman Abramovich, en las conversaciones entre Rusia y Ucrania saltó a las páginas de los diarios el pasado lunes, cuando se hizo público que el magnate se había desplazado hasta Moscú para entregar al presidente Vladímir Putin una carta del presidente Volodímir Zelenski. Abramovich, uno de los oligarcas rusos más castigados por las sanciones de la comunidad internacional, ha dado un paso adelante y se ha presentado voluntario para mediar entre los dos países en guerra. Poco después de que se supiera de su implicación para facilitar las conversaciones de paz una nueva noticia sobre el magnate sacudió la actualidad: podría haber sido envenenado en su visita a Rusia. Unas horas más tarde, fuentes de la Inteligencia norteamericana, descartaron el envenenamiento.
"Ojos rojos, ojos llorosos constantemente y con gran dolor y descamación de la piel en la cara y las manos", este son los síntomas que mostraban Abramovich y los negociadores ucranianos que lo acompañaban, según publicó el The Wall Street Journal. Todo hizo saltar las alarmas, ya que bajo la estera del Estado ruso se acumulan envenenamientos en el pasado. A pesar de eso, unas horas más tarde fuentes norteamericanas han afirmado que estos síntomas estarían provocando por factores ambientales y no por un veneno. La información de los servicios de Inteligencia de los Estados Unidos proviene de una fuente que se ha puesto en contacto con Reuters y que no ha dado más detalles, además de desmentir la hipótesis del envenenamiento.
Tanto las autoridades rusas como las ucranianas se han mantenido muy prudentes en torno a esta información. Desde el Kremlin se ha guardado silencio, mientras que desde Kyiv el asesor de Zelenski, Mykhailo Podoliak, ha respondido con cautela las preguntas que los medios le han hecho al respecto.
Conversaciones de paz en Turquía
Aunque hasta el momento las negociaciones para un acuerdo de paz entre Rusia y Ucrania no han llegado a buen puerto, los esfuerzos continúan. Este martes se celebrará un encuentro entre las delegaciones rusas y ucranianas con el fin de avanzar en un acuerdo para, eventualmente, poner fin a esta guerra. El encuentro en Turquía empezará un día más tarde del planeado y no en el mejor de los contextos diplomáticos, ya que además de volver en un mal estado de salud, Abramovich también se marchó de Rusia con una respuesta extremadamente agresiva de su presidente con respecto a Ucrania: "Dile que los aplastaré".
Además de beligerancia de Putin, las conversaciones en Turquía se dan cuando las fuerzas ucranianas están recuperando territorio de manos de las tropas rusas. En las últimas horas, el alcalde de Irpín, Oleksandr Markushyn, ha afirmado que la ciudad ya no está bajo dominio ruso. "La ciudad está libre del mal de Moscú", ha asegurado.