Setenta y cinco años después del fin de la Segunda Guerra Mundial, Liechtenstein reclama a la República Checa que le devuelva los territorios confiscados durante el conflicto bélico. Según informa el Financial Times, la ministra de Asuntos Exteriores de Lichtenstein, Katrin Eggenberger, ha anunciado que recurrirán al Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) para exigir el retorno de las tierras que fueron confiscadas en 1945 por considerar que la familia principesca del Estado había colaborado con el régimen nazi.

La denuncia ante el TEDH pretende resolver lo que consideran como una "aplicación ilegal de los decretos checoslovacos". "El caso plantea cuestiones fundamentales de soberanía", ha afirmado Eggenberger, que defiende que "cuanto más pequeño es el país, más importante es proteger sus derechos".

12 veces mayor que Liechtenstein

Estos territorios tienen una extensión de más de 2.000 kilómetros cuadrados, 12 veces las dimensiones del pequeño estado europeo, que sólo cuenta con 160 kilómetros cuadrados. Aparte de la extensión, las tierras también tienen interés por lo que contienen: allí está el castillo de Lednice, donde vivió la familia del príncipe de Liechtenstein durante más de 700 años, y el castillo de Valtice, dos construcciones consideradas patrimonio cultural de la Unesco.

Según señala el Financial Times, la denuncia ante el TEDH llega después de la negativa de la República Checa a transferir 600 hectáreas de bosque cerca de Praga a Liechtenstein, las cuales anteriormente también pertenecían a la familia principesca.

Tensiones históricas entre Liechtenstein y la República Checa

La disputa entre ambas naciones hace más de 70 años que dura. Las tierras que ahora se reivindican fueron confiscadas después de la Segunda Guerra Mundial por el decreto de 1945 del presidente checo, Edward Beneš, en que llamaba colaboradores del régimen nazi a los príncipes de Liechtenstein y a 38 familias más del principado. No fue hasta 2009 que los dos países restablecieron relaciones diplomáticas.

Por su parte, el viceministro de Relaciones Exteriores checo, Martin Smolek, afirmó en una conversación con el diario británico que el caso no tendría que ser considerado por el TEDH porque hasta ahora el tribunal no ha atendido casos surgidos antes de la adopción del Convenio Europeo de Derechos Humanos de 1953.