"Será sancionado por falta de respeto a la autoridad. Usted me tiene que tratar de usted", así advirtió un agente de la policía a un hombre gallego, Alejando, que recibiría una sanción por haberle tratado de tú en lugar de usted en una conversación en la calle. Meses después de esta conversación, que él mismo grabó mientras comprobaban su documentación, Alejandro recibió en su domicilio una sanción administrativa, en el marco de la ley de seguridad ciudadana, por haber cometido una infracción grave. A diferencia de lo que le dijo el agente durante la conversación, que sería sancionado por haberle faltado al respecto, la sanción era por desobediencia o resistencia. Esta está tasada por la Subdelegación del Gobierno en Lugo en 600 euros, que ahora tendrá que pagar Alejandro.

En el vídeo se puede oír claramente cómo se desarrolló la conversación:

―¿Cuál es el delito que estoy cometiendo?

―Falta de respeto a la autoridad. Me tiene que tratar de usted.

―Ah, de usted. ¿Y en qué ley está escrito eso?

―Ahora se lo explico.

―¿Me multará por tratarlo de tú?

Pompas de jabón

En una conversación con ElNacional.cat, Alejandro explica cómo se desarrollaron los hechos. "Todo sucede cuando caminando por esta calle céntrica de Lugo me encuentro a tres policías nacionales rodeando a un chico de origen polaco, al que ya había visto en otras ocasiones. Hay gente mirando y les pregunté qué había pasado, ya que veo que el único motivo podría ser que estuviera haciendo alguna actividad en la calle. En este caso, hacía pompas de jabón, según me detalló una señora que había llegado al lugar antes que yo y le había dado limosna", narra este hombre gallego, que asegura que la señora le confirmó que no había hecho nada más y que los que había en la calle se lo estaban bomba con él.

Tal como explica él mismo a este medio, la actuación de la policía continuaba y cada vez se reunían más curiosos para ver qué pasaba. Cuando vi que la conversación no fluía entre las dos partes, ya que el hombre no habla en castellano, decidí acercarme. No era la primera vez que lo veía en la calle y sin causar ningún tipo de problema", justifica. Con todo, Alejandro cuenta que más allá de haber visto al señor antes, lo que lo motivó a intervenir fue el hecho de que en Lugo, hace un par de años, se elaboró un borrador de una "ordenanza cívica", bautizada como "ordenanza mordaza", que estaba guardado dentro del cajón del gobierno socialista, aunque finalmente se acabó descartando "por la protesta de mucha gente". Este documento pretendía sancionar las actividades en la calle.

Conversación grabada

En la conversación, Alejandro explica que no es la primera vez que le pasa algo parecido, por ejemplo, en una protesta contra los recortes cuando la Policía Nacional intentó sancionar a una de sus compañeras. "Le pedí su número de placa por unos hechos ridículos que quería imputar a la chica: cruzar la calle por fuera del paso de peatones en nombre de la seguridad pública", cuenta el chico, que apunta que en aquel momento decidió registrar la conversación y quedó grabado como el policía soltó un "pues ahora (por pedir el número) la sanción será el doble". Gracias a este vídeo, detalla el hombre, su compañera ganó en las alegaciones. Algo similar le pasó en una protesta antitaurina en el municipio de Sarria, cuando según él la Guardia Civil lo sancionó por no querer identificarse. Pagó la sanción de 600 euros, pero más adelante recurrió al tribunal contencioso, donde la jueza dictó la devolución íntegra de la sanción más intereses. "Mi experiencia vital ha hecho que desconfíe de ellos", resume Alejandro, que justifica así haber grabado la conversación.

Rechazan los testigos

Ahora mismo, Alejandro se encuentra a la espera de que archiven la sanción, pero de momento han rechazado la prueba de los testigos. Ayer mismo recibió la notificación, en la que se detalla que rechazan los dos testigos porque en la grabación no parece que estuvieran cerca del lugar de los hechos. Además, en el caso del hombre que hacía las burbujas, destacan que no entiende castellano. Con todo, el chico se muestra convencido de que "acabarán archivando la sanción", pero duda, "y mucho", que los agentes sean sancionados.

"A nivel personal, en una ciudad tan pequeña y viendo según qué comentarios en las redes, uno no se queda tranquilo del todo, aunque sea por una tontería. Sabes que serás el comentario del día en la comisaría y eso probablemente supone consecuencias", ha reflexionado Alejandro. Ahora, los hechos se encuentran en la Audiencia Provincial de Lugo, después del recurso de su abogada.