Kosovo ha decidido cerrar la frontera con Serbia, en plena escalada de tensiones con este país, según informa el Financial Times. La tensión se ha disparado después de que Serbia ha puesto las fuerzas militares que había enviado a la frontera con el Kosovo en el máximo estado de alerta y ha amenazado con intervenir para defender a los denominados "serbios étnicos" (serbios que viven en Kosovo) si las fuerzas de paz internacionales no pueden calmar las tensiones, que se derivan de una disputa sobre la identificación nacional de las matrículas. Los serbokosovares no quieren usar las matrículas kosovares.
El presidente serbio, Aleksandar Vučić, acusó el martes a Kosovo de prepararse para atacar a los "serbios étnicos" del norte del país y prometió "proteger nuestro pueblo [en Kosovo] y preservar a Serbia". Las protestas de los "serbios étnicos" contra el gobierno de Pristina estallaron hace semanas, con cortes en las carreteras, especialmente en las ciudades, y a lo largo de la frontera.

Belgrado ha dicho que nunca reconocerá a Kosovo, su antigua provincia, que se separó unilateralmente de Serbia en 2008, como país soberano. Según los analistas, las dos partes parecen serias sobre el posible uso de la fuerza, con el añadido que el control de la comunidad internacional sobre la situación se ha debilitado en los últimos meses, a pesar de las gestiones del alto representante diplomático de la UE, Josep Borrell.
Ahead of #EUCO, EU High Representative @JosepBorrellF highlighted:
— European External Action Service - EEAS �������� (@eu_eeas) December 15, 2022
📌Strong support to EU candidate status for Bosnia & Herzegovina.
📌Stop the tensions and work on EU Dialogue are the only way for European perspective of Kosovo and Serbia.
Doorstep 👉https://t.co/lBblXT74br pic.twitter.com/dLNHjicqyV
La tensión entre Kosovo y Serbia ha llevado a acusaciones cruzadas por parte de todos a dos países. Desde Belgrado han desafiado el llamamiento de la OTAN de rebajar la presión y desde el lunes pusieron las tropas en estado de alerta máxima, mientras que desde Pristina aseguran que si la misión KFOR de la OTAN no elimina el bloqueo de las carreteras del norte de Kosovo, que los "serbios étnicos" hace semanas que ocupan con barricadas, ellos mismos se encargarán de abrir el paso. La situación se ha complicado por la detención de antiguos agentes de policía serbios en medio de una crisis generada por el ultimátum de Pristina a los serbokosovares para que cambien las matrículas serbias de sus vehículos por las del Kosovo. Eso desencadenó protestas en el norte del país. Durante la última noche, han instalado dos más, esta vez dividiendo la ciudad de Mitrovica, situada en una zona conflictiva en la frontera con Serbia.
Desde un punto de vista geopolítico, la situación también es complicada porque Serbia es cristiana ortodoxa, y tradicionalmente ha tenido el apoyo de Rusia.