El líder del Partido Laborista y jefe de la oposición al Reino Unido, Jeremy Corbyn, ha asegurado que el Parlamento británico no debería bloquear un segundo referéndum de independencia en Escocia. Al mismo tiempo ha recordado que él no es partidario de la independencia. Corbyn ha dejado en ridículo de esta manera a sus compañeros socialistas españoles, encabezados por el presidente Pedro Sánchez, que siguen vetando un referéndum en Catalunya.

Corbyn ha dicho que la cámara puede debatir si es una buena idea o no repetirla, pero que "no tiene capacidad para evitarlo".

"Se llevó a cabo un referéndum y se tomó una decisión sobre este tema. Lo que preferiría es que un gobierno laborista tenga la oportunidad de garantizar que Escocia también obtenga la inversión que necesita, la justicia social y las oportunidades laborales para los jóvenes que han sido denegadas", ha detallado.

Mientras los británicos valoran la posibilidad de pactar un nuevo referéndum con Escocia, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sigue sin querer ni oír hablar de un referéndum pactado en Catalunya.

Con sus declaraciones Corbyn ha confirmado el posicionamiento del jefe de filas laborista escocés, John McDonnell, cuando la semana pasada afirmó que un futuro gobierno laborista no obstruiría la celebración de un referéndum de Escocia, si eso lo aprueba el Parlamento escocés. Escocia necesita que el gobierno británico le ceda las competencias para celebrar un referéndum, para poder sacarlo adelante, lo que ya se produjo en el 2014. En aquel caso el "no" se impuso por poco.

La primera ministra escocesa, Nicola Sturgeon, se ha alegrado de la posición de Corbyn en un tuit. "No soy la más fan de Jeremy Corbyn, pero tiene razón. Es legítimo oponerse a la independencia y argumentar contra el referéndum, pero no es legítimo por parte de Westminster bloquear un mandato democrático y un voto mayoritario del Parlamento escocés", ha comentado.