La hija de Donald Trump, Ivanka Trump, tendrá su propio espacio en el Ala Oeste de la Casa Blanca. Así lo ha confirmado el gobierno a través de su abogado, Jamie Gorelick, quien ha afirmado que no estará formalmente contratada por la Administración de su padre, pero se le aplicará la misma normativa que a los funcionarios del gobierno.

Poco a poco, el presidente Trump ha ido colocando a sus familiares más próximos en tareas de asesoramiento. El marido de Ivanka, Jared Kushner, ejerce, desde sus inicios, de asesor del gobierno y también participó activamente en la campaña que hizo presidente a su suegro. Por su parte, su hija se suma a la asesoría, teniendo acceso a información clasificada y con los mismos privilegios que cualquier miembro del gobierno.

Ya se ha podido ver a Ivanka en muchos actos oficiales. En el último, junto con la canciller Angela Merkel, la hija del presidente se mostraba en la primera línea política con todos los miembros del gobierno norteamericano y la delegación germánica que se desplazó a Washington.

La ya conocida como Primera Hija se muestra más visible que la propia Primera Dama, Melania Trump, con quien tiene una diferencia de edad de sólo 11 años.