Israel ha negado delante del Tribunal Internacional de Justicia (TIJ) el genocidio contra los palestinos: "No queremos destruir ningún pueblo, sino proteger el nuestro", ha asegurado el representante israelí Tal Becker. En este sentido, ha defendido que las acusaciones de genocidio que ha planteado a Sudáfrica son una "distorsión burda" de la realidad y un esfuerzo implícito por privar en el país de su "derecho a la autodefensa". Incluso ha dicho que Pretoria "tiene vínculos" con esta "organización terrorista". "En un momento en que las palabras son baratas y algunos tienen la tentación de utilizar el término más escandaloso en un intento de vilipendiar y demonizar (..). Un lugar donde las palabras importan, y donde la verdad todavía tendría que importar, tendría que ser en un tribunal", ha remachado.

Sudáfrica expuso este jueves delante del TIJ sus alegaciones por la demanda contra Israel por presunta vulneración de la Convención de Genocidio en Gaza, por su parte, la defensa del estado hebreo ha presentado este viernes en La Haya sus argumentos legales para justificar la guerra y desmentir las acusaciones de genocidio. Principalmente, han alegado del derecho "legítimo" de Israel a la autodefensa y "la ausencia de la esencia" genocida en sus operaciones militares, que considera "legítimas" y "proporcionadas".

Israel niega el genocidio

La audiencia en la Corte Internacional de Justicia ha empezado en torno a las 10:00 horas con un breve discurso de apertura de Becker, que ha negado el genocidio y ha acusado a Hamás de perpetrar ataques que buscan "la aniquilación del pueblo hebreo". Sin embargo, ha admitido que no supone ninguna justificación por|para una supuesta vulneración de la Convención del Genocidio, Becker ha querido detallar "la matanza mayor de judíos desde el Holocausto" para explicar la naturaleza de la amenaza, de que comporta la Franja de Gaza. Becker ha acusado a Hamás de aplicar una estrategia de guerra que se basa en "infiltrarse entre la población civil" y "sacrificarlos activamente para sus beneficis". Según Becker, la petición de medidas cautelares es un intento por impedir en Israel cumplir con su obligación de defender a sus ciudadanos, los rehenes y los "más de 110.000 israelíes desplazados internos".

Por su parte, el abogado del estado israelí, Malcolm Shaw, ha negado ninguna intención genocida, "los conflictos armados son brutales y cuestan vidas, pero eso no quiere decir que todos los conflictos sean genocidas". En este sentido, ha reiterado el papel de autodefensa que ha asumido Israel y la voluntad "de recuperar a los rehenes" desde el ataque de Hamás el pasado 7 de octubre. Además, el estado hebreo ha replicado que es Hamás quien perpetró "un acto genocida con el ataque del 7 de octubre" y lo ha culpado de las muertes a Gaza. Además, ha acusado a Sudáfrica de "distorsionar" y "descontextualizar" los hechos en su caso en La Haya y ha lamentado que no le hubiera trasladado antes sus quejas.

Becker ha acusado Hamás de haber provocado "una masacre, con mutilaciones, violación y secuestro de tantos ciudadanos como los terroristas pudieron encontrar antes de que las fuerzas israelíes los repelieran" y ha descrito la tortura a niños delante de sus padres, así como han denunciado la crema de personas, incluso, bebés. "Y sistemáticamente han violado y han mutilado a decenas de mujeres, hombres y niños". Además, ha subrayado, "han grabado su barbarie" en vídeos que se han reproducido en las redes sociales mostrando con orgullo las consecuencias del ataque a Israel.