Israel hace marcha atrás y permite la entrada de cinco camiones de las Naciones Unidas cargados con alimentos en Gaza. "Toda la ayuda se ha transferido después de una inspección de seguridad exhaustiva por parte de la Autoridad de Puntos de Cruce del Ministerio de Defensa de Israel. Las Fuerzas de Defensa de Israel seguirán facilitando la asistencia humanitaria en la Franja de Gaza, haciendo todo lo posible para garantizar que la ayuda no llegue a Hamás", han señalado en un comunicado. Fue el mismo Benjamin Netanyahu quien adelantó el domingo por la noche que se reprendería el suministro "de una cantidad limitada de comida" para impedir que el hambre extrema estalle en todo el territorio. Hace casi tres meses que el ejército israelí vigila la entrada de comida, agua, combustible y medicamentos en la zona.

El director general del Ministerio de Exteriores israelí, Eden Bar Tal, ha sido quien ha confirmado el cambio de rumbo del ejecutivo, un gesto que las organizaciones humanitarias han tildado de "insuficiente". "Los próximos días, Israel facilitará la entrada de decenas de camiones de ayuda humanitaria", ha afirmado en una rueda de prensa este lunes en Jerusalén, donde ha añadido que desde hoy mismo se dejarán pasar vehículos con alimentos para bebés.

Según indica Bar Tal, llegarán a Gaza productos de primera necesidad como la harina y otros ingredientes básicos para hacer pan y cocinar en cocinas colectivas gestionadas por entidades internacionales, así como medicamentos. Este lunes estaba previsto que entraran nueve camiones: cinco por el sur y cuatro por el norte, y que dejaran las provisiones en varios centros de distribución localizados en "zonas seguras" vigiladas por soldados israelíes. De momento solo han entrado cinco.

ONG denuncian que las promesas de Israel son una pantomima

Una treintena de organizaciones humanitarias israelíes han denunciado que las promesas del Gobierno son un movimiento para "seguir ampliando su presencia física en Gaza y trasladar por la fuerza la población civil". Paralelamente, la ONU y otras ONG internacionales se han opuesto al plan, argumentando que no se ajusta a los principios básicos de independencia y neutralidad, e insistiendo en que hace falta mucho más para revertir el hambre extrema que sufre el pueblo palestino. "Para reducir los saqueos, tiene que haber un flujo regular de ayuda y se tiene permitir que los trabajadores humanitarios utilicen múltiples rutas. Los bienes comerciales tienen que complementar la respuesta humanitaria", ha explicado el jefe de Ayuda de la ONU, Tom Fletcher.

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