El viceministro de Salud de Israel, Yoav Kisch, ha manifestado que las elecciones en Israel, que están previstas para el próximo 23 de marzo, se pueden aplazar si los contagios de coronavirus siguen siendo altos, y no ha dudado a compararlo con lo que se hizo durante la Guerra del Yom Kippur de 1973, que también obligó a retrasar unos comicios convocados. La decisión no sería sin embargo del gobierno israelí, sino de la Comisión Electoral y la Knesset, el legislativo, a petición del ministerio de Salud.

Una epidemia rabiosa es como una guerra. El riesgo de contagio se puede llevar vidas humanas. Y la decisión quedará en manos de la Comisión Electoral Central, que puede recomendar a la Knesset saliente, por una mayoría de 80 miembros o más, que se aplace la fecha de las elecciones. Eso fue lo que sucedió durante la guerra del Yom Kippur. Trabajaremos intensamente con todo el sistema sanitario y el ministerio de Salud para no estar en esta situación", ha indicado.

En una entrevista a una radio, el viceministro de Salud se ha expresado en los mismos términos. "No sé cómo se podrían hacer elecciones en un contexto así", ha insistido. Ha dado por hecho que la decisión sería de aplazamiento si los comicios estuvieran previstos para hoy.

Israel ha abierto este debate aunque más de dos millones de israelíes (de un total de 9) ya han recibido la primera dosis de la vacuna y, hasta ahora, más de 400.000 han recibido la segunda. Israel es el país que más rápido avanza a escala mundial en la vacunación, en base a la población. Sin embargo, los contagios siguen al alza, lo que demuestra que la eficacia de las vacunas no se aprecia realmente hasta que una parte muy mayoritaria de la población ha recibido el medicamento.

La primera constatación de las vacunaciones hasta ahora es que, a pesar de haber hecho sólo la primera vacuna (en el caso de Pfizer), después de 14 días los contagios de los vacunados disminuyen en un 50%.

La jefa del departamento de salud pública del Ministerio israelí, Sharon Alroy-Price, ha indicado que estos son los primeros datos preliminares y se basan en los resultados de las pruebas de coronavirus entre los que recibieron la vacuna y los que todavía no. Hasta ahora 4.484 personas han sido diagnosticadas con el virus entre los días 1 y 7 después de haber sido vacunadas, en comparación con las 3.186 personas diagnosticadas dentro de los días 8 a 14 posteriores a la fecha de la inyección. Pero lo más significativo es que entre 15 y 22 días después de la fecha de la primera dosis de vacuna, esta misma cifra se ha reducido a 353 personas.

El problema es que hay todavía 7 millones de israelíes sin vacunar.