Islandia se convierte en pionera al prohibir por ley a las empresas que paguen más a los hombres por hacer el mismo trabajo que las mujeres. Una ley, en vigor desde el 1 de enero, que establece que tanto las empresas privadas como las públicas de más de 25 trabajadores tienen que obtener un certificado de "igualdad salarial", después de someterse a auditorías. La norma establece sanciones para los que lo incumplan.

El país se marca el 2022 para acabar con la brecha salarial, en un territorio donde, a pesar de estar por encima de la media mundial, sólo el 38% de los parlamentarios son mujeres, como la primera ministra, Katrín Jakobsdóttir. Según los sindicatos del país, por término medio, una mujer islandesa cobra un 14% menos que un hombre por hacer el mismo trabajo.

De hecho, en un informe publicado por el Foro Económico Mundial en noviembre de 2017, Islandia encabeza el ranking mundial en igualdad de género. Esta posición la ha alcanzado gracias a una "acción colectiva y a la solidaridad de las defensoras de los derechos humanos, la voluntad política y herramientas como la legislación, un presupuesto de género y las cuotas".

Acompañan el país nórdico al frente de la clasificación, países que le son próximos como Noruega y Finlandia, seguidas por Ruanda, Suecia y Nicaragua. España no se encuentra entre las 20 primeras posiciones. En Catalunya, la diferencia salarial entre hombres y mujeres se situó en el 26%, la más alta desde el 2008, en un informe publicado el año pasado.