Las protestas contra el régimen teocrático de Irán hace meses que se concatenan con más o menos fuerza. Sin embargo, el gobierno iraní no ha hecho grandes cambios en su política, en especial con respecto a fiscalizar la vida de las mujeres. Este mismo lunes, el Ministerio de Educación ha anunciado que los centros educativos podrán dejar de ofrecer servicios a las estudiantes que no cumplan las leyes que imponen el uso del velo, en medio de fuertes tensiones por el uso de esta en la prensa del país.

"Todas las universidades y centros de alta educación dependientes de este Ministerio de Educación están exentos de proporcionar servicios educativos y sociales a las pocas estudiantes que no cumplen las normas y regulaciones de las universidades", se ha indicado desde el Ministerio, según recoge Efe. El departamento ha remarcado que "el velo y la castidad son una obligación" de las estudiantes, que tienen que acatar las leyes del país.

Educación no es el único ministerio que está endureciendo las condiciones del velo para las mujeres. Desde el departamento de Salud iraní se ha afirmado que las universidades bajo su supervisión no atenderán a las estudiantes que no se cubran con un velo.

Un rechazo masivo al velo

El anuncio coincide con el reinicio del curso escolar después de las dos semanas de vacaciones del año nuevo persa, Noruz. Muchas mujeres iraníes han dejado de usar el obligatorio velo islámico como forma de protesta y desobediencia civil desde el asesinato en septiembre de Mahsa Amini después de ser detenida precisamente por llevar mal puesto el hiyab.

Miles de mujeres iraníes, especialmente las más jóvenes, se han sumado al movimiento de desobediencia ante la obligatoriedad del velo. En el momento más álgido de las protestas, parecía que el gobierno podría dar un paso atrás cuando se abrió la puerta a retirar esta medida el mes de diciembre pasado. Sin embargo, a medida que las protestas se han ido debilitando, no solo el gobierno, sino sus partidarios se han empezado a hacer fuertes en sus posiciones. Esta última medida de Educación es una prueba, pero también lo son los envenenamientos masivos en las escuelas femeninas, hecho que se ha leído como una venganza de los sectores más conservadores contra las protestas lideradas por mujeres.

A pesar de esta posible venganza contra las jóvenes manifestantes en los centros educativos, el gobierno iraní ha denunciado los hechos y al principio de marzo se hicieron las primeras detenciones. El viceministro de Interior iraní, Majid Mirahmadi, anunció que se han producido "algunos arrestos" en cinco provincias del país vinculadas a estos incidentes.