La Comisión Independiente sobre el Futuro Constitucional de Gales ha publicado este jueves sus conclusiones. El extenso informe recoge un intenso trabajo de más de dos años en el cual se ha analizado el sistema actual de gobierno y las posibilidades de cambio en el futuro. Y una de estas opciones es, precisamente, la independencia de Gales del resto del Reino Unido. Según el informe, un Gales independiente tendría el potencial para ofrecer "cambios positivos a largo plazo", ya que permitiría a sus ciudadanos modelar la Constitución para "maximizar los beneficios potenciales". Además, se hace una referencia explícita a la necesidad de optar por un referéndum de autodeterminación como vía para resolver cualquier debate sobre el modelo de país, con el trasfondo inevitable de la experiencia escocesa de 2014.

Este estudio se ha impulsado después de aseverar que hay "problemas significativos" con la manera como Gales está gobernado en el marco del Reino Unido, y que el modelo actual no ofrece "estabilidad y prosperidad" para la región. La independencia ha sido solo una de las opciones de futuro que se han analizado con profundidad, las otras dos siendo más autonomía —lo que se conoce como devolution— y un sistema federal. Las tres alternativas se consideran "viables a largo plazo", si bien el informe no se decanta por ninguna porque la elección tiene que estar en manos de los ciudadanos. Los once miembros de la Comisión pretenden reflejar de forma transversal la sociedad galesa, ya que hay representantes políticos de los principales partidos, activistas, académicos y personalidades distinguidas; también se ha contado con la participación de miles de ciudadanos.

 

La independencia como camino

El informe dedica una especial atención a la posibilidad de independencia para Gales. Según el documento, son varios los beneficios que comportaría esta vía. Principalmente, permitiría a los ciudadanos galeses "controlar e influenciar" de forma autónoma todas aquellas decisiones que afectan a sus vidas. Un gobierno galés con todas las competencias significaría que las leyes ya no llegarían 'impuestas' desde Londres, y permitiría a la ciudadanía tener la "confianza" en que su voz se escucharía en la toma de decisiones dentro y fuera de Gales. En esta línea, también otorgaría una máxima "responsabilidad" al pueblo galés para construir su futuro, ya que todos los poderes de gobierno se ejercerían desde Gales.

La independencia también permitiría al país ofrecer más derechos a la ciudadanía que la que ofrece hoy en día el gobierno del Reino Unido. En este sentido, la redacción de una Constitución y la existencia de un gobierno propio podría servir para garantizar "igualdad de trato y de acceso a servicios" para todo el mundo. En este caso, Gales tendría más obligaciones, como la de "crear nuevas instituciones de estado" para encargarse de funciones como la seguridad social, las pensiones, la administración de los impuestos y relaciones externas, mientras que disfrutaría de una mayor libertad para establecer políticas macroeconómicas. Además, el informe considera que la independencia permitiría "un mayor grado de estabilidad legal y constitucional".

Ahora bien, todos estos beneficios van acompañados de limitaciones y riesgos. Así, la autonomía de un Gales independiente se vería "constreñida" en caso de decidir incorporarse a organizaciones supranacionales, como la Unión Europea, mientras que en materia económica dependería de los límites impuestos por el mismo mercado y su capacidad fiscal. Hablando todavía de dinero, la creación de las nuevas instituciones estatales implicaría un "coste sustancial". Y, posiblemente, el elemento más preocupante en caso de independencia serían las dificultades económicas que vendrían acompañadas. El informe recuerda que los mercados internacionales reaccionan "mal" ante la inestabilidad política —de hecho, hace mención explícita a Catalunya, que ha vivido "un impacto negativo en inversiones empresariales" por el Procés—, de manera que Gales tendría que hacer frente a una inevitable crisis económica.

¿Referéndum o vía unilateral?

En el informe, los expertos también se atreven a hacer una valoración sobre la vía para alcanzar la independencia. En este sentido, se reconoce la necesidad de seguir la estrategia escocesa de diálogo, la cual implicaría "negociaciones y un acuerdo eventual" con el gobierno del Reino Unido. Eso significa, pues, que la independencia solo sería posible a través de un —o más de uno— plebiscito de autodeterminación, siempre precedido por "un extenso debate e información pública". "Un Gales independiente solo sucedería con apoyo mayoritario, que se expresaría casi seguro en un referéndum y fundamentado en un movimiento popular", recoge el documento. Si bien no se entra en detalles sobre una hipotética consulta, el informe considera que es necesario abordar la posibilidad "de forma urgente".

Con respecto a una declaración unilateral de independencia, el informe destaca que esta opción sería "teóricamente posible", pero reconoce que haría "difícil" para un Gales independiente obtener un reconocimiento internacional indispensable –precisamente uno de los interrogantes que rodeó el proceso catalán. Además, los expertos recuerdan que el actual gobierno británico ya ha cerrado la puerta a ceder más autonomía en Gales y a celebrar un nuevo referéndum en Escocia, de manera que cualquier negociación sería compleja. E, incluso en caso de conseguir el visto bueno del Reino Unido, el nuevo gobierno se tendría que enfrentar a más rondas de negociación con sus países vecinos para acordar numerosas cuestiones.