El Dinah Project, una iniciativa liderada por juristas y expertas en género de Israel y de otros países, ha publicado el informe más exhaustivo hasta ahora sobre la violencia sexual cometida por miembros de Hamás durante el ataque del 7 de octubre de 2023 y el periodo de cautividad posterior a Gaza. Según el informe, Hamás habría hecho un uso sistemático y generalizado de la violencia sexual como arma de guerra, hecho que supone una grave vulneración del derecho internacional y podría constituir crímenes contra la humanidad, según el Estatuto de Roma.
Los ataques sexuales se registraron al menos en seis localizaciones, incluyendo el festival Nueva, la carretera 232, la base militar de Nahal Oz y los kibutzim de Re'im, Nir Oz y Kfar Aza. Además, se documenta la continuidad de esta violencia durante la cautividad en Gaza, con casos de acoso sexual, desnudez forzada, agresiones físicas y amenazas de bodas forzadas.
El informe se basa en un modelo innovador de recogida de pruebas que incluye testigos de supervivientes y rehenes liberados, declaraciones de primeros intervinientes, informes forenses y pruebas visuales como fotografías, vídeos y comunicaciones interceptadas. Los investigadores han identificado patrones claros de brutalidad, como violaciones múltiples, mutilaciones genitales, ejecuciones posteriores y humillaciones públicas. También han documentado escenas en que las víctimas aparecían desnudas o medio desnudas con las manos atadas.
Propuesta de marco legal
El documento propone un marco legal para la persecución penal de estos crímenes, incluyendo la responsabilidad criminal colectiva y la adaptación de los paradigmas probatorios para incorporar pruebas indirectas, como las circunstanciales o los testigos contextuales (nada gestae). También se destaca el reconocimiento del daño comunitario, más allá del individual. Entre las recomendaciones, se insta a reconocer la violencia sexual en este contexto como un crimen específico que requiere enfoques especializados, así como incluir Hamás en la lista negra de las Naciones Unidas por uso de la violencia sexual como arma de guerra. Este informe, según las autoras, no solo quiere establecer la verdad histórica y combatir la negación, sino también ofrecer un precedente jurídico aplicable a otros conflictos armados donde la violación se haya utilizado como instrumento de terror.
El Dinah Project ha proporcionado informes al Consejo de Seguridad de la ONU, al Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos y al equipo directivo de la Casa Blanca. Han presentado sus conclusiones y posiciones a altos funcionarios y responsables políticos israelíes, y a decenas de ministros de Asuntos Exteriores, embajadores y diplomáticos en Europa, Norteamérica y el Extremo Oriente.