Una de las imágenes de la apasionante final de este Mundial, más allá de la victoria argentina y la coronación de Leo Messi, es la del presidente francés Emmanuel Macron, consolando en repetidas ocasiones la estrella de la selección francesa, Kylian Mbappé, que después de marcar cuatro goles, no había conseguido que su país revalidara el título. Macron salía en la pantalla cada vez que este jugador marcaba, celebrándolo de manera eufórica, con la derrota bajó al césped, después estaba en el escenario entregando las medallas y finalmente visitó a los jugadores en el vestuario. Su omnipresencia, sin embargo, tenía un precio, que ya ha sido revelado y ha causado indignación en Francia, no solo por el gasto económico, sino también por la huella medioambiental por parte de una persona que se declara ecologista. Concretamente, la publicación francesa Le Point cifra en 31 años de salario mínimo (501.000 euros, según sus cálculos) el gasto total de Macron por haber asistido a la semifinal y la final del Mundial.

Además, también hay que tener en cuenta la huella ecológica de estos desplazamientos presidenciales para llegar hasta Qatar, que cifran en 480 toneladas del equivalente en CO2. Esta elevada cifra se corresponde a 53 años de gasto energético de un francés, según la revista Le Point. Los viajes se hicieron con un Airbus 330 y el Falcon 7x. Esta cifra desproporcionada choca con un tuit que hizo el mismo Emmanuel Macron celebrando el acuerdo de la COP15 en Montreal: "Con nuestra movilización, Francia y la Unión Europea consiguieron el apoyo de todo el mundo. Países de todo el mundo se suman a nuestro llamamiento para proteger el 30% de la tierra y los océanos y para movilizar, para el 2030, 30.000 millones de dólares anuales para dar apoyo a los países en desarrollo en este sentido", celebraba en diferentes tuits. Las respuestas críticas no se hicieron esperar, con mucha gente denunciante su presencia, no solo por el gasto que eso supone, sino también por el hecho de blanquear un régimen como el de Qatar.

Hay que tener en cuenta, además, que los desplazamientos de Macron no fueron solo París-Doha. Concretamente, cuando volvió de la semifinal contra Marruecos hizo escala en Bruselas para poder participar en el Congreso Europeo del 15 de diciembre. Dos días después, se volvió a marchar desde París hasta la capital de Qatar, pero de vuelta hizo escala en Jordania y Egipto.

El comportamiento “inapropiado” de Macron

Además, desde los partidos de la oposición al gobierno francés tildaron Macron de "vergüenza internacional" por los gestos de apoyo a toda la selección francesa después de su derrota, pero especialmente a la estrella y goleador del equipo, Kylian Mbappé. De hecho, la recopilación de imágenes que colgó su fotógrafa personal en las redes, el único jugador que aparece es el joven delantero. Con todo, los rivales políticos del presidente francés han criticado un comportamiento "inapropiado" y dejando claro que Mbappé se sentía incómodo por su presencia y se intentaba alejar de Macron cada vez que aparecía a su lado, para aparecer en las fotos y en las televisiones de todo el mundo. Esta percepción fue compartida por muchas de las personas que miraban la final en directo, tal como quedó reflejado con miles de comentarios en las redes.