Catalunya no es la única nación en el mundo pidiendo decidir sobre su independencia, en este caso, del Estado español. En los Estados Unidos, diferentes estados han impulsado iniciativas populares para pedir la independencia y ahora la situación se hace todavía más visible con el ya famoso 'Calexit', concepto que surgió después de que Donald Trump ganara las elecciones norteamericanas, pero en California se impusiera Hillary Clinton.

Los californianos empezaron a reivindicar entonces con más fuerza un referéndum para decidir su futuro dentro o fuera de los EE.UU. y la plataforma Yes California presentó una iniciativa para su independencia que establecía la fecha para celebrarlo, el 13 de marzo del 2018.

Ahora ya tienen la autorización legal para recoger firmas para que la cuestión se someta a votación. Una situación muy diferente a la que vive Catalunya y por la cual el Govern no ha dejado de intentar dialogar con el Estado para llegar a acuerdos. El 'no' del gobierno de Mariano Rajoy es rotundo.

Trump, sin embargo, antes de llegar a la presidencia expresó en junio en Twitter su defensa del derecho a decidir porque, según su opinión, "la autodeterminación es el derecho sagrado de todas las personas libres". El 45º presidente de los EE.UU. ya se había manifestado a favor del Brexit y del derecho de autodeterminación otras veces, asegurando que aquella votación "devolvió a los ciudadanos del Reino Unido su país".

Sin derechos

Ya en 2013, la Casa Blanca tumbó las solicitudes de independencia de diferentes estados -sobre todo del sur de los EE.UU.- amparándose en que su Constitución no sólo no recoge este derecho, sino que subraya que "el Congreso podrá admitir nuevos Estados a la Unión, pero ningún nuevo Estado podrá formarse o erigirse dentro de los límites de otro Estado, ni un Estado constituirse mediante la reunión de dos o más partes de Estados, sin el consentimiento de los legislativos de los Estados en cuestión".

De hecho, el entonces director de la Oficina de Comunicaciones de la Casa Blanca, Jon Carson, quiso dejar muy claro que "en aquel documento consagraron el derecho a cambiar nuestro gobierno nacional a través del poder de la papeleta electoral, pero no proporcionaron el derecho a abandonarlo.

Los estados que lo pidieron fueron Alabama, Alaska, Arkansas, Carolina del Norte, Carolina del Sur, Colorado, Florida, Georgia, Luisana, Mississippi, Missouri, Tennessee y Tejas. Pero otros estados, como Vermont, ya se habían independizado siglos antes, en este caso, durante 14 años (1777-1791).

La DUI de Texas...

Es el segundo estado de los EE.UU. en extensión y población y quiere dejar de formar parte de él. Cuando los doce estados citados pidieron a su gobierno la independencia, Texas fue el que obtuvo el número mayor de firmas (unas 125.000) y, de hecho, hace muchos años que existe esta corriente independentista.

Aunque el ejecutivo norteamericano le tumbó la petición, esta no sería la primera vez que el estado sureño de los EE.UU. se independizaría. Al acabar la guerra de Independencia de México en 1821, Texas pasó a formar parte de México, pero 15 años más tarde se independizó unilateralmente y proclamó su propia República. Sólo nueve años después, Texas se convirtió en el 28º estado de los EE.UU.

Pero el descubrimiento de pozos de petróleo, la creciente base tecnológica y la investigación biomédica, entre otras razones, lo convirtieron en el segundo PIB más alto de los EE.UU. y este es uno de los motivos que les ha dado fuerza en estos últimos años en la reivindicación de su propia nacionalidad y de su soberanía. Ahora, los partidarios de la independencia aseguran que Texas "será una de las naciones más fuertes y prósperas del mundo".

...y el 'Texit'

De hecho, el Movimiento Nacionalista de Texas (TNM) lleva más de dos décadas reclamando su independencia y el triunfo del Brexit les dio todavía más fuerza. En su web se pueden inscribir todos aquellos ciudadanos con derecho a voto y, de momento, tienen 340.217 votos prometidos -de más de 20 millones de ciudadanos- y aseguran que "más texanos dan apoyo a la independencia que a cualquier otra causa de los dos partidos políticos mayoritarios".

De hecho, más del 50% de los votantes republicanos e independientes están a favor, mientras que sólo un 35% de los demócratas quieren la independencia.

Según el TNM, los tejanos "pueden votar por la independencia y, si deciden ser una nación otra vez, lo pueden hacer legalmente" porque "no hay nada en la Constitución de los EE.UU., en la Constitución de Texas o en las leyes federales que prevenga que un estado se marche".

Tribus independientes

República de Lakota

A parte de los estados irredentos, está también la cuestión india. En castellano Colinas negras, las Black Hills son una cordillera situada en Dakota del Sur y que la tribu lakota consideraba sagrada. En 1868 firmaron un tratado con los EE.UU. por el que se les prometía que esta parte del territorio sería suyo para siempre, pero unos años más tarde encontraron oro e incumplieron el tratado. La tribu se ha pasado más de 150 años para recuperar lo que es suyo y, finalmente, en el 2007 se fundó la República de Lakota y se formalizó en Washington la rescisión de los tratados anteriores firmados con los EE.UU.

Dinetah

Es la reserva india mayor de los EE.UU. Sus fronteras las marcaban cuatro montañas, pero en 1868 EE.UU. les obligó a firmar un tratado por el cual les confiscaban un 90% de sus tierras y les permitían vivir en el 10% restante. Poco a poco, se les fueron devolviendo las tierras hasta que en 1920 se les otorgó la ciudadanía norteamericana, hacia el 1960 se les permitió enseñar su lengua en las escuelas y en 1975 se les concedió el autogobierno. Desde entonces, un 50% de la población está en el paro.