Ayuda exterior, buenos amigos y un disfraz. Estos han sido los elementos que han protagonizado la huida del líder del grupo de punk feminista Pussy Riot. Maria Aliójina se ha marchado con éxito de Rusia, cuando el país está cayendo en una espiral represiva creciente a causa de la guerra de Ucrania. Las integrantes de Pussy Riot siempre han estado al punto de mira de las autoridades rusas, mucho antes de que la invasión rusa empezara. Tanto es así que Aliójina ha tenido que huir sin su pasaporte, ya que la justicia rusa se la había retirado por su participación en varias protestas.

Desde que en abril se endurecieron los castics para criticar las acciones del Kremlin, en especial con respecto a la guerra en Ucrania, la situación Aliójina se complicó. El artista y activista ya estaba cumpliendo arresto domiciliario y en pleno auge de la represión, en abril, las autoridades rusas anunciaron que tendría que cumplir 21 días de condena en una colonia penal. Esta fue la gota que colmó el vaso para Aliójina, decidió marcharse, pero no sería una tarea fácil.

Dejando su teléfono en el apartamento donde se estaba alojando, para evitar ser localizada por las autoridades rusas, y disfrazándose de repartidora a domicilio, Aliójina empezó su travesía. El artista era consciente de que la seguían, por eso fue extremadamente cautelosa para evitar la policía, pero no podía sola. Un amigo la llevó a la frontera con Bielorrusia y tardó una semana en atravesar Lituania. Finalmente, después de muchos kilómetros huyendo de la policía rusa, confiando en amigos y su propia capacidad de disfrazarse, había esquivado las grifas del Kremlin. En Vilna, la líder de Pussy Riot se ha decidido ha hablado con el The New York Times para explicar su huida. "Me alegré de haberlo conseguido, porque fue un beso de despido impredecible y grande" para las autoridades rusas, ha afirmado.

Maria Aliójina, Pussy Riot - Foto: EuropaPress

Maria Aliójina, líder de Pussy Riot, con sus compañeras en una fotografía promocional- Foto: EuropaPress

Una larga trayectoria

El artista de 33 años hace muchos años que está al pie del cañón en la oposición al gobierno de Vladímir Putin. Aliójina ha sido detenida muchísimas veces luchando para que en su país respete su propia Constitución y los derechos humanos más básicos, como la libertad de expresión. Según recuerda Efe, la joven artista se ha alineado con el líder opositor ruso Alexei Navalni, participando en manifestaciones en su apoyo al principio de 2021, las cuales fueron reprimidas violentamente.