Las familias de los rehenes retenidos en Gaza han convocado para este domingo una huelga general en Israel para mostrar su rechazo a la ofensiva del primer ministro Benjamin Netanyahu y para exigir el fin de la guerra en la Franja de Gaza. El paro bautizado como 'Israel en pausa' cuenta con el apoyo de las principales universidades de Israel, decenas de organizaciones, sindicatos y unas 70 autoridades locales, entre ellos el alcalde de Tel Aviv, Ron Huldai, o Shay Hajaj, presidente del Centro de Consejos Regionales y jefe del Consejo Regional de Merhavim, en la zona sur del Néguev. A primera hora de este domingo, grupos de manifestantes han bloqueado algunas vías de comunicación principales del país, como la autopista 1, que conecta Jerusalén y Tel Aviv, con neumáticos quemando colocados en las dos direcciones, según puede verse en imágenes compartida en grupos israelíes prodemocracia y en varios medios locales. Los bloqueos también han afectado a las autopistas 4 y 6. Está previsto que las marchas convocadas converjan en la sede principal del ejército de Israel a Tel Aviv.
Acuerdo para exigir la liberación de los rehenes
Las protestas marcan el inicio de un día de huelga nacional convocada por el principal grupo de familiares de rehenes, el Foro de Familias de Rehenes y Desaparecidos. El objetivo de la protesta es exigir un acuerdo que permita liberar a los rehenes que todavía permanecen en la Franja de Gaza. Esta mañana, en una rueda de prensa para marcar el inicio de la huelga, algunos familiares de secuestrados y de asesinatos en los ataques de Hamás del 7 de octubre han pedido al gobierno israelí un acuerdo completo. "Sin estas condiciones, sabemos que el otro lado no aceptará", ha afirmado Naomi Abir, la madre de un joven con doble nacionalidad estadounidense e israelí que fue asesinado en el festival de música Nova, en declaraciones recogidas por la prensa local.
La huelga llega después de que este lunes, el gabinete de seguridad de Israel aprobara ampliar la ofensiva y tomar el control de la ciudad de Gaza, donde viven casi un millón de personas. Además, en un contexto en que algunas informaciones apuntan que Hamás estaría en El Cairo para conversar con mediadores egipcios de cara a un alto el fuego.
Las autoridades esperan una afluencia especialmente numerosa en la plaza de los Rehenes de Tel Aviv, donde las estimaciones apuntan cerca de un millón de asistentes a lo largo de la jornada. A las 20.00 horas, está programada una concentración delante la sede central del ejército israelí, foco habitual de reclamos y epicentro de la presión ciudadana desde el inicio de la guerra. La Histadrut, federación sindical mayoritaria que integra a unos 800.000 trabajadores, ha anunciado que no se sumará oficialmente en paro, aunque dará apoyo a todos los trabajadores que decidan incorporarse a las manifestaciones.
Israel rechaza una propuesta de Hamás
El gobierno israelí ha insistido este domingo en que Hamás tiene que liberar inmediatamente a todos los rehenes, vivos o muertos, que tienen en su poder las milicias palestinas, y exigido su desarme inmediato en un comunicado emitido en respuesta a una información del Times of Israel que apuntaba a una cierta relajación en las condiciones del movimiento palestino para poner fin al conflicto. En un comunicado a los medios nacionales, la Oficina del primer ministro aclara que Israel "aceptará un acuerdo con la condición de que todos los rehenes sean liberados de golpe y de acuerdo con nuestras condiciones para al fin de la guerra". Estas condiciones incluyen "el desarme de Hamás, la desmilitarización de la Franja de Gaza, el control israelí del perímetro de Gaza y la instauración de un gobierno ajeno a Hamás y a la Autoridad Palestina que conviva en paz con Israel".
200.000 personas salen a la calle
Horas después del bloqueo de las autopistas, más de 200.000 personas, según estimaciones policiales, han empezado a concentrarse en Tel Aviv al inicio de la gran protesta vespertina, en plena huelga nacional, para exigir a Netanyahu que dé prioridad a las vidas de los rehenes antes de empezar una nueva y, según el Ejército, "inminente", ofensiva por ocupar la ciudad de Gaza en una operación que podría suponer la sentencia de muerte.