Lo que sienten los tailandeses por su rey es difícil de explicar desde nuestra mentalidad. Es casi un Dios, omnipresente en todas partes|, con fotografías en casi cada calle y en casi cada restaurante o bar. Por eso, no es de extrañar que ahora que Bhumibol Adulyadej ha muerto, las imágenes de miles de tailandeses llorando y asistiendo a las ceremonias de duelo sean frecuentes

Adulyadej disfrutaba de una gran popularidad y era visto como un símbolo de unidad y guía de la nación. Su hijo, sin embargo, es otra cosa, y muchos ponen en duda que pueda ser el heredero de la corona por su carácter. Además, ha vivido gran parte de su vida como en el extranjero, desconectado de su país y no disfruta de la popularidad que tiene su padre.

Evidentemente, las autoridades tailandesas (gobernadas por una Junta Militar desde el golpe de estado de 2014) le dan apoyo y no cuestionan la legitimidad. Tampoco los ciudadanos. Los insultos y las criticas al rey o a su familia se castigan con 3 y 5 años de prisión. En el ámbito internacional, sin embargo, el nuevo rey de Tailandia -que será coronado dentro de un año cuando acabe el periodo de duelo- es visto como una persona excéntrica y muy polémica.

Un heredero controvertido

El actual príncipe y futuro rey del país, pues, es conocido por llevar un estilo de vida controvertido. Se ha casado y divorciado hasta tres veces, la primera con una prima hermana, y tiene varios hijos de los diferentes matrimonios. Además ha protagonizado varios escándalos.

Lo último fue el pasado mes de julio, cuando aparecieron unas fotografías suyas donde salía vestido con una camiseta corta, unos pantalones caídos y unas sandalias, mostrando gran parte de su cuerpo lleno de tatuajes. Maha Vajiralongkorn, de 63 años, protagonizó esta escena en el aeropuerto de Munich, en Alemania, y las fotografías fueron publicadas por el diario Bild.

Ya el año 2009 apareció con su esposa Srirasmi en top-less, celebrando una fiesta privada por su perro Foo Foo. Además, son conocidas sus fiestas y banquetes, y su promiscuidad. Esta imagen contrasta con la de su padre. Mientras Maha lleva una vida lujosa y soltada, su padre proyectaba una imagen bucólica hacia el pueblo. Se fotografiaba con los campesinos, sufragaba proyectos e infraestructuras de zonas más desfavorecidas y era visto por todo el mundo como una figura de paz y consenso.

De hecho, cuando Bhumibol llegó al cargo revitalizó una Corona muy desprestigiada, y consiguió hacerse un lugar en la sociedad tailandesa hasta llegar a ser considerado casi como un Dios. Por eso, nadie discutí su tarea ni su papel, una posición de la cual difícilmente podrá disfrutar a su hijo. Tailandia es más partidaria de Bhumibol que monárquica en sí, y eso, puede ser que se empiece a notar a partir de ahora.

La coronación del nuevo rey, sin embargo, todavía tardará. Él mismo ha pedido que sea después del periodo de duelo, que tiene que durar un año. Hasta entonces, el país de las sonrisas vivirá ahora un poco más gris. Los funcionarios tendrán que vestir hasta octubre de 2017 de luto y las autoridades han pedido en los bares y restaurante que limiten las celebraciones, como mínimo un mes. También se han cancelado varios acontecimientos y conciertos.