En los últimos meses se ha registrado en Francia un fuerte incremento de las agresiones a políticos y muchos se preguntan qué está pasando. Los analistas apuntan que han coincidido varios factores, y especialmente el malestar social por la implantación del pasaporte covid y el ambiente preelectoral por las presidenciales de la primavera. Según informa France Presse, desde julio del 2021 se han presentado más de 300 denuncias contra personas que han lanzado "amenazas de muerte" a cargos electos, y 60 de ellas han sido este mes de enero. Uno de los casos más vistosos ha sido el del diputado macronista norcatalán Romain Grau, que fue agredido el sábado pasado en Perpinyà por un grupo que protestaba contra el pasaporte de vacunas. "Uno de mis vecinos ha intervenido y ha recibido una bofetada. A mí, me han dado un puñetazo en la barbilla", ha declarado. Grau ha presentado una denuncia por estos hechos y ha aportado un vídeo.
Je sors du commissariat de Perpignan après avoir porté plainte avec @GuillemGervilla pour que Justice passe suite à ces violences intolérables.
— Romain Grau (@RomainGrau) January 23, 2022
Merci aux services de police pour leur accueil et leur professionnalisme.
Merci pour vos messages de soutien. Nous ne reculerons pas! https://t.co/PClCjRP68Z
Según datos del ministerio del Interior francés, un total de 1.186 cargos electos (miembros del gobierno, diputados o alcaldes) fueron objecto de ataques durante el 2021. De ellos, 162 eran parlamentarios, y 605 alcaldes o adjuntos en la alcaldía. Estos datos representan un incremento del 47% con respecto al año anterior, en el 2020. También se registraron el año pasado 419 agresiones verbales, un 30% más que el año anterior. La Asamblea Francesa publicó en noviembre una encuesta que apuntaba que el 60% de los ciudadanos comprendían los comportamientos violentos contra los diputados, y un 13% daba apoyo a ello. En el mes de enero, los representantes de los principales partidos franceses comparecieron al plenario para denunciar la escalada del odio contra los políticos. El primer ministro, Jean Castex, denunció aquellos días las "violencias inaceptables" contra cargos electos y anunció que los perseguiría penalmente. Lo hizo coincidiendo con el debate del pasaporte de vacunas en la Asamblea, en una tensa sesión.
El presidente francés, Emmanuel Macron, ha enfurecido todavía más a alguno de estos sectores, cuando en enero anunció que quería "emmerder" ("fastidiar") a los que no se querían vacunar. Según Isabelle Sommier, profesora especializada en violencia política en la Universidad Paris 1 Panthéon Sorbonne, estas agresiones superponen a los antivacunas con los chalecos amarillos, y tiene fuerte implantación en localidades medias o pequeñas que se sienten lejos de "la élite". Las agresiones no han ido a más por ahora, pero en Francia se recuerda que en Europa han sido asesinados algunos diputados, como el conservador David Amess. Amess, miembro del Ajo-Party Parliamentary Group (APPG) on Catalonia del parlamento de Westminster, fue apuñalado en octubre después de participar en un acto con sus electores.