Los partidos unionistas e independentistas de Nueva Caledonia han llegado este jueves a un acuerdo que desbloquea la celebración del referéndum de autodeterminación de esta "colectividad" de Francia. Será en noviembre del 2018. El éxito del acuerdo se debe a los auspicios del primer ministro francés, Edouard Philippe, para sortear el principal escollo: pactar el censo de votantes entre los aborígenes canacos y la población caldoche, de origen europeo.

Este punto enfangaba la negociación y la política del archipiélago desde noviembre de 1998. Aquel año, el 72% de los votantes neocaledonios ratificaron en las urnas el acuerdo de Nouméa, por el que se transferían las competencias de Francia a Nueva Caledonia (salvo las de defensa, seguridad, justicia y moneda), y se establecía la celebración de un referéndum de independencia entre 2014 y 2019.

Un acuerdo anterior, de 1988, había acabado también con la guerrilla kanak, que había causado algunas muertes caldoches entre 1981 y 1988.

Francia transfiere anualmente 1.400 millones de euros al gobierno autónomo del archipiélago.

La ONU la incluye Nueva Caledonia entre los "países no autónomos". Está en el océano Pacífico a unos 1.500 km en el este de Australia, tiene una superficie de 19.100 km² —un poco más de la mitad de Catalunya— y unos 230.000 habitantes.

Muy implicado

"Hemos escupido sangre, pero lo hemos conseguido", se ha desahogado este viernes Philippe Gomès, el líder del principal partido unionista, Juntos por Caledonia, tras diez horas de reunión. "Este es un punto de partida para una consulta que queremos justa y convincente", ha añadido el primer ministro. El gobierno francés ya se ha puesto a trabajar en el proyecto de ley orgánica que traducirá el acuerdo político.

La ley establecerá el censo y el procedimiento del referéndum, que presentará a los neocaledonios dos opciones: independencia o mantener el actual estatuto de "colectividad". Si gana la independencia, habrá que establecer los términos y plazos de la separación. La victoria de la independencia es poco probable, según explica el diario Le Monde.

El "clima de confianza" que ha dominado la reunión ha sido clave para sacar el referéndum del atolladero, según Philippe. "Tenemos un acuerdo político, y más allá de este acuerdo tenemos confianza, que es tanto o más importante". Paul Néaoutyine, jefe de filas de Palika (el partido independentista) ha dicho que el acuerdo es fruto de haberse tomado "el tiempo necesario para hacer evolucionar las posiciones opuestas".

El primer ministro Philippe se ha implicado muy personalmente. "Nunca había visto que un primer ministro pasara todo el día con nosotros", ha explicado Gomès. "Todo el mundo ha notado su participación. Es la prueba que el Estado nos acompañará en este proceso", ha añadido Sonia Backès, líder de los Republicanos (unionistas) de Nueva Caledonia.