La Fiscalía de Nanterre ha pedido este jueves la imputación por homicidio voluntario del policía que mató a un menor de 17 años este martes después de saltarse un control. Además, la Fiscalía también pide su encarcelamiento provisional. El fiscal, Pascal Prache, ha justificado el ingreso en prisión del agente de 38 años que disparó un tiro al pecho al joven porque considera que el uso del arma no se ajustó a las "condiciones legales". El policía ha sido presentado este jueves ante dos jueces instructores que tendrán que decidir sobre su inculpación. Seguidamente, otro juez de las libertades y de la detención, lo que determine si tiene que ir a la prisión o puede quedar en libertad, eventualmente con medidas de control judicial.

Asesinato de Naël en Nanterre

Según el que recoge el fiscal, Naël, a un joven negro, que ya tenía antecedentes judiciales por haberse saltado varios controles policiales, y que además no tenía permiso de conducir, fue localizado poco antes de las 8:00 horas por las calles de Nanterre, ya que iba conduciendo un Mercedes deportivo amarillo, que había cometido diferentes infracciones de tráfico. Una pareja de policías, en moto, trataron de detenerlo, pero el joven huyó. Aquí empezó una persecución que acabó cuando el Mercedes quedó atrapado en un atasco.

En este momento, los agentes sacaron sus armas y apuntaron contra el conductor exigiéndole que parara el motor, pero Naël no obedeció y arrancó el vehículo. Fue entonces cuando uno de los policías disparó a bocajarro, y provocó la muerte del joven. Las imágenes que se han hecho públicas a la red ponen en evidencia, que en contra de la primera declaración de los agentes, su integridad personal no aparecía claramente en peligro con la última tentativa de huida.

Francia refuerza su seguridad con 40.000 policías

La muerte de Naël este martes ha dado lugar a dos noches consecutivas de disturbios en Francia, con al menos 150 detenidos solo durante la pasada madrugada, así como incendios de decenas de vehículos y de edificios públicos como comisarías, ayuntamientos y tribunales. El Gobierno francés desplegará 40.000 policías y gendarmes esta noche para tratar de impedir los disturbios que se han producido en las dos últimas jornadas después de la muerte de un joven de 17 años por los tiros de un agente en Nanterre, una ciudad del extrarradio de París.

"Haremos todo lo posible para que vuelva la orden en todas partes", ha subrayado en una comparecencia ante la prensa, al ministro de Interior, Gérald Darmanin, que ha explicado que el despliegue de las fuerzas de la orden hoy será cuatro veces más importante que el de la pasada noche. El ministro ha insistido en que "los disturbios no tienen nada que ver con lo que ha pasado en Nanterre" y que los ataques que se han producido contra los agentes la pasada nit—170 han resultado heridos, todo y que sin gravedad— y contra edificios públicos son "absolutamente inaceptables".