Fidel Castro llevaba una vida de lujo, mucho más de lo que quería aparentar, y una prueba de ello es la millonaria herencia que deja al dictador después de su muerte. Según la revista Forbes, Castro había acumulado más de 900 millones de dólares según los cálculos estimados de su patrimonio personal hace una década.

Forbes incluyó al líder cubano en su lista de millonarios, después de que su patrimonio pasara de 103 millones de dólares a 850 millones de dólares en 36 meses. Esta cifra habría crecido gracias a ganancias de empresas como CIMEX, Medicuba o recintos ciudadanos como el Palau de Convenciones de La Habana.

Entre las posesiones que deja en herencia está la mansión Punto Cero, su casa secreta situada en el área suburbana de La Habana, que se parecía a un enorme complejo militar. Castro se trasladó allí después de ceder el poder a su hermano. Según Forbes, "el estilo de vida de lujo era especialmente atractivo para él". Por otra parte, la casa natal de Castro, en la población de Birán y que ahora sirve de museo de este personaje, había llegado a contar con 400 empleados.

Según el exguardaespaldas del revolucionario, este también era dueño de una residencia en Cayo Piedra (muy próxima a la Bahía de los Cochinos) llamada La Caleta del Rosario que llegó a contar con una acuario privado. Otra de las joyas de la corona inmobiliaria de Castro era La deseada, un chalet en Pinar del Río, uno de sus lugares de caza preferidos.