Cambia el tablero político en Chile. El pasado domingo, los chilenos eran llamados en las urnas para votar el órgano encargado de modificar la Constitución. El ultraderechista Partido Republicano, partidario de mantener la actual carta magna, arrasó con un 35,5% y consiguió al menos a los 20 consejeros necesarios para tener poder de veto en el órgano constitucional. Es decir, todo apunta que la Constitución heredada de la dictadura continuará vigente en Chile.

En segundo lugar, quedó la lista Unidad Para Chile (28,3%), integrada por la mayoría de los partidos que integran la coalición oficialista (el Frente Amplio del presidente Gabriel Boric, el Partido Comunista y el Partido Socialista), mientras que la tercera posición fue para la derecha tradicional, aglutinada en Xile Segur (21,2%) y en que se integran UDI, Renovación Nacional y Evòpoli.

Exaltación a la derecha

"Que nunca más el sectarismo se apodere de nuestra patria", afirmaba eufórico el líder de la extrema derecha chilena, José Antonio Kast, quien es un defensor acérrimo del modelo económico neoliberal instaurado en Chile por la dictadura militar (1973-1990). "Los chilenos necesitemos con urgencia hoy que este gobierno empiece a gobernar y se haga responsable y sea responsable de garantizar la orden, la prosperidad y la paz para todos nuestros compatriotas", subrayó y añadió: "Tenemos una tremenda responsabilidad y estamos convencidos de que no cometeremos los errores de la izquierda en su proceso. Chile no tiene otra oportunidad".

Crida a la moderación de Boric

Todo es una vez muy duro para el gobierno de izquierdas del país. El presidente de Chile, Gabriel Boric, ha pedido a través de las redes en el Partido Republicano "actuar con sabiduría y templanza" después de su victoria. El proceso anterior, lo tenemos que decir, fracasó porque no supimos escucharnos entre los que pensábamos diferentes. Quiero invitar desde ahora mismo al Partido Republicano no cometer el mismo error que cometimos nosotros", indicó, según recopilación Efe.

"Este proceso no puede ser de vendettes, sino de poner en frente Chile y su gente antes que a los intereses partidistas o personales", señaló Boric. El presidente chileno recordó: "Cuando el péndulo de la historia en tiempos cortos se mueve de un extremo en los otros incesantemente, siempre son las personas más vulnerables las que sufren el enfrentamiento entre las élites. El liderazgo se juega a parar este movimiento pendular".