Guías de supervivencia, hacer despensa y simulacros de evacuación masiva. Europa se esfuerza por preparar a los ciudadanos ante la creciente amenaza de conflicto que se acerca. En los últimos meses, varios países europeos han ofrecido consejos aleccionadores: imaginan garajes y estaciones de metro transformados en búnkeres y promueven la resiliencia psicológica. Un mensaje general es la necesidad de un cambio de mentalidad en la población para que esté preparada para la guerra. Como declaró el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, a los expertos en seguridad en Bruselas en diciembre: "Es hora de adoptar una mentalidad de guerra".
Eso pasa en un momento en que los líderes europeos temen que el presidente ruso, Vladímir Putin, animado por los avances en Ucrania, pueda tratar de avanzar más al continente. Mientras que el aliado poderoso y de larga fecha de Europa, los Estados Unidos, adopta una postura más hostil para mantener la seguridad europea, cosa que genera dudas sobre hasta qué punto invadido. Pero todavía quedan dudas sobre como serán de efectivos realmente estos planes de contingencia y, más todavía, si los civiles tomarán seriamente estas directrices. En algunos países está claro que ha resonado más que en otros.
Unas instrucciones con dudas
La Comisión Europea ha instado a todos los ciudadanos a almacenar suficientes alimentos y otros suministros esenciales para su apoyo durante al menos 72 horas en caso de crisis. En una guía publicada en marzo, la comisión destacó la necesidad de que Europa fomente una cultura de preparación y resiliencia. Eso coincide con el hecho de que cada país también implementa sus propias directrices para emergencias, incluidos los conflictos.

El junio pasado, Alemania actualizó su Directiva Marco para la Defensa Integral, que establece las medidas a tomar en caso de conflicto en Europa. El documento prevé la transformación completa de la vida cotidiana de los ciudadanos alemanes en caso de guerra.
Por otra parte, Suecia ha publicado una guía de supervivencia titulada "Si llega la crisis o la guerra". El folletín se distribuyó a millones de hogares en noviembre, después de ser actualizado por primera vez en seis años a causa del aumento de la amenaza militar. Este folletín instruye a los suecos sobre cómo emitir advertencias en caso de guerra, incluyendo un sistema de alerta exterior que, según se afirma, está operativo a la mayoría de las zonas. "Entren en el interior, cierren todas las ventanas y puertas y, si es posible, apaguen la ventilación. Escuchen el canal P4 de la emisora pública sueca Sveriges Radio para más información", indica el folletín. Ofrece consejos sobre dónde buscar refugio durante un ataque aéreo, incluyendo sótanos, garajes y estaciones de metro. Si está en el exterior sin cobertura inmediata, aconseja tenderse en el suelo, "preferiblemente en un pequeño pozo o zanja". Se dan consejos específicos a los ciudadanos suecos sobre ataques con armas nucleares, indicándoles que "se cubran como lo harían durante un ataque aéreo. Los refugios de defensa civil ofrecen la mejor protección". Añade: "Los niveles de radiación disminuirán drásticamente después de un par de días". También incluye consejos sobre evacuación, como detener el sangrado, como gestionar la ansiedad y como hablar con los niños sobre las crisis y la guerra.
Finlandia, que comparte una frontera de 1.340 kilómetros con Rusia, la más larga de todos los Estados miembros de la OTAN, no se ha querido quedar al margen. La defensa de su soberanía ante Moscú ha sido durante mucho tiempo parte de la psique del país. Hace décadas que el país se prepara para la posibilidad de un conflicto con Rusia. Desde la década de 1950, la construcción de refugios antiaéreos bajo bloques de apartamentos y edificios de oficinas ha sido obligatoria.
Pero, sin duda, el estado nórdico, que se unió a la OTAN en el 2023 después de décadas de no alineamiento, ha estado acelerando su estado de preparación desde la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia en el 2022. Hace dos años, motivado por la guerra en Rusia, el gobierno finlandés hizo un inventario de sus refugios de emergencia disponibles y descubrió que tenía un total de 50.500, que podrían alojar a 4,8 millones de personas en un país de 5,6 millones. El Ministerio del Interior de Helsinki también emitió nuevas directrices de crisis en noviembre, y ofreció a los lectores consejos sobre cómo prepararse para cortes de energía prolongados, cortes de agua, interrupciones de las telecomunicaciones, fenómenos climáticos extremos y conflictos militares.
¿Qué países se lo toman más seriamente?
Las directrices de protección civil han sido actualizadas en varios países, pero eso no garantiza que la población las tome seriamente. Claudia Major, experta en seguridad, advierte que hay que estar preparados no solo por una amenaza militar directa de Rusia, sino también por situaciones de "zona gris", como la guerra híbrida o agresiones de baja intensidad, explicaba a la CNN. Sin embargo, insiste en que hay que informar sin generar pánico ni caer en el catastrofismo. Algunos países, especialmente aquellos que han sufrido históricamente la influencia de Moscú, perciben la amenaza rusa de manera mucho más real. Es el caso de Finlandia y los países bálticos, donde la memoria de guerras pasadas y ocupaciones soviéticas forma parte de su identidad nacional. Estos estados se preparan intensamente para posibles conflictos, confiando poco en la ayuda externa y tomando medidas preventivas como sistemas de búnkeres o reservas estratégicas.

En cambio, en países como Portugal, Italia, España o el Reino Unido, la percepción del peligro ruso es mucho menor. En Italia, las preocupaciones principales giran en torno al terrorismo y la inestabilidad a los países del sur del Mediterráneo, mientras que en el Reino Unido, su condición insular y la distancia histórica con respecto a invasiones recientes hacen que la población tenga menos conciencia de este tipo de amenazas.
"Proteger y sobrevivir"
La eficacia de los planes de protección civil es incierta, y en algunos casos incluso han sido motivo de burla. Durante la Guerra Fría, el gobierno británico proporcionó orientaciones oficiales a los ciudadanos para hacer frente a una posible amenaza nuclear procedente de la Unión Soviética, recuerda la CNN. A pesar de la seriedad de la situación, muchas de estas iniciativas fueron recibidas con escepticismo. Uno de los ejemplos más conocidos fue la campaña "Proteger y sobrevivir", difundida entre 1974 y 1980. Esta serie informativa ofrecía consejos sobre cómo actuar después de un ataque nuclear, incluyendo instrucciones para protegerse de la lluvia radiactiva y construir un refugio dentro de casa. Pese a las buenas intenciones, la campaña recibió críticas por ser poco realista y por generar una falsa sensación de seguridad ante una situación potencialmente devastadora, insiste el mismo portal. En este contexto, pues, incierto y complejo, será necesario ver como evolucionan los acontecimientos y la misma sociedad.