El Parlamento Europeo decide esta semana si aprueba o no la reforma de la ley electoral europea que incluye la imposición de un umbral mínimo de voto de entre el 2 y el 5% en los estados de circunscripción única con más de 35 escaños.

Si obtiene los apoyos necesarios, el cambio implicará que los estados que actualmente no disponen de un porcentaje mínimo de voto por ley para conseguir eurodiputados, como España, tendrán que imponer a uno, que puede ir del 2 al 5% y que tendrá que fijar el gobierno español. Eso podría suponer que partidos como ERC, el PDECat, el PNV o Bildu se queden en un futuro sin representación parlamentaria.

Danuta Hubner (EPP, Polonia), poniendo del informe para reformar la ley, defiende en declaraciones en el ACN que el umbral es "importante para disminuir las desigualdades entre los ciudadanos europeos", ya que actualmente la obtención de escaños está sujeto a diferentes criterios en función del estado.

Por el contrario, el eurodiputado de Esquerra Josep Maria Terricabras, negociador por el grupo Verds/ALE en la reforma de la ley electoral europea, considera que es "antidemocrático e increíble" que se quiera "eliminar" los partidos pequeños de la cámara.

Una "maniobra" de los grandes partidos

La comisión de Asuntos Constitucionales votará el consentimiento al texto final este lunes y, a priori, el pleno lo votará el miércoles. Con todo, si esta nueva ley electoral entrara en vigor antes de las elecciones del 2019 el umbral obligatorio empezaría a aplicarse a partir del 2024, según apuntan fuentes parlamentarias en el ACN.

Para Terricabras es "seguro" que la propuesta de reforma es una "maniobra" de los partidos "grandes" para dejar fuera o dificultar la representación de los partidos pequeños, sean o no nacionalistas. "Quedarán millones de ciudadanos en Europa sin la representación en que quieren", advierte. Hubner, en cambio, lo niega y argumenta que populares y socialistas ya cuentan con unos resultados "muy por encima" del umbral y que, por lo tanto, no los"afecta".

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Los eurodiputados Jordi Solé, Josep-Maria Terricabras y Ramon Tremosa en el Parlamento Europeo en Bruselas / ACN

Según ella, el cambio en la ley armonitzarà, en cierta manera, los criterios en los estados miembros para obtener escaños en Bruselas ya que "la mayoría" ya imponen un porcentaje de voto mínimo, mientras que España o Alemania no.

"En Irlanda, por ejemplo, necesitas más del 20% de los votos para ser un eurodiputado mientras que en otros estados hay partidos con un 0,6% de los votos que tienen representación", expone. Eso provoca, dice, que en el Parlamento Europeo haya siete partidos que sólo tienen un eurodiputado, "especialmente" de Alemania. "Eso es porque no existe un umbral", concluye.

También sobre Alemania, Terricabras explica que en Berlín el Tribunal Constitucional ha declarado en dos ocasiones "inconstitucional" el umbral mínimo -primero del 5% y después del 3%- que se ha intentado fijar desde el Bundestag. Es por eso que critica que el intento ahora de una nueva ley electoral en el ámbito europeo que fuerce la entrada de un porcentaje en los estados que no tienen es "un mal uso de la UE" y un intento de conseguir "por legislación europea" lo que no se ha conseguido vía legislación estatal.

Con todo, el porcentaje mínimo de entre el 2 y el 5%, que puede bien marcar que los partidos como ERC o el PDeCAT obtengan escaños, no está en manos del Parlamento Europeo, sino de los estados. Dependerá del gobierno español, por lo tanto, fijarlo, y en este sentido Terricabras "confía" en que Madrid tenga la "sensibilidad" de marcarlo en el 2%.

Las alianzas para garantizar la representación

A diferencia de las elecciones autonómicas o estatales, a las europeas España se contabiliza como circunscripción única, de manera que los partidos nacionalistas o más pequeños ya se han agrupado, tradicionalmente, en coaliciones más amplias para aglutinar mayores porcentajes de voto. Sin embargo, la imposición de un porcentaje mínimo de voto podría dificultarles todavía más conseguir escaños.

La misma ponente del informe, Danuta Hubner, entiende que hay partidos que no estén de acuerdo con la medida. Ahora bien, cree que la representación de los partidos pequeños dependerá sobre todo de las alianzas, si finalmente se impone un umbral mínimo. "Cuando miras las elecciones en España puedes ver que siempre ha habido coaliciones, alianzas y después se han repartido los escaños", apunta. "Siempre han tenido la opción a través de alianzas con otros, así que depende de España como organice las elecciones", justifica.

Por otra parte la polaca recelda del hecho de que haya "ocho familias europeas o grupos políticos en la cámara pero 226 partidos nacionales". "Es imposible funcionar y es difícil ponerse de acuerdo con el programa", reconoce. Así, defiende, la imposición del umbral adicional en dos estados más - en España y Alemanya- se traduciría en "un rol político del Parlamento Europeo más fuerte, simplemente reduciendo la sobrefragmentación".

Terricabras, a su vez, considera que buscar alianzas o hacer una lista unitaria, por ejemplo, con el PDECat, podría ser una solución si el umbral mínimo fuera del 5%. Si fuera del 2%, sin embargo, confía en que "de sobra" ERC obtendría representación. "ERC ha hecho anteriormente pactos con el BNG, con Bildu, puede hacer con el PDeCAT, no digo que no", afirma.

Si la medida de un umbral mínimo del 5% se hubiera aplicado a las elecciones europeas del 2014, ERC, que ahora tiene dos asientos en la Eurocámara, no hubiera conseguido representación, porque alcanzó un 4% de los votos al conjunto del Estado, mientras que el PDeCAT, que se presentó conjuntamente con el PNV, hubiera entrado por los pelos, con un 5,42%, pero sus socios vascos probablemente se hubieran quedado fuera.

Con un umbral del 2%, la coalición Primavera Europea, donde se presentaba Compromiso, no hubiera podido, tampoco conseguir representación en el Parlamento Europeo, mientras que el BNG y Bildu, que ya se han repartido el mandato, esta legislatura, habrían superado el umbral por bien poco, con un 2,08%.

Además, Terricabras apunta ahora a una opción todavía más amplia y extiende la mano a una lista con partidos y grupos "a favor del derecho a decidir o de la autodeterminación". Es una reflexión que, según el republicano, los grupos tendrían que hacer "independientemente" de si se acaba imponiendo o no el umbral: "Puede ser un grito estratégico importante por parte de algunos en frente de los unionistas y monárquicos". Le parecería "bueno", insiste, en que en el estado español estas fuerzas obtuvieran un buen resultado juntas pero admite que "son los partidos los que lo tienen que decidir".

El voto por correo por los que viven fuera

Aparte del umbral mínimo, la propuesta de reforma de la ley electoral europea incluye otros puntos. "Por ejemplo, muchos votantes no tienen ni idea en qué grupo europeo se inscriben los miembros que votan, ya que desconocen a qué familia europea pertenecen los partidos nacionales que votan," explica la ponente del informe. Según Hubner, el texto prevé incluir también esta opción en las papeletas.

Aparte, entre los cambios que se plantean está la posibilidad que los europeos que residan en un país tercero fuera de la UE puedan votar por correo y destaca que están "presionando" los estados para que se permita la votación electrónica.

Para que la Eurocámara apruebe la reforma de la ley electoral el miércoles hacen falta al menos 376 votos favorables de los 751 parlamentarios. Populares y socialistas, los grupos mayoritarios, son partidarios mientras que los Verdes o los liberales, por ejemplo, se oponen. Así, el voto de los conservadores y reformistas europeos puede decantar la balanza. "Dentro del Parlamento Europeo estamos muy divididos", reconoce el eurodiputado de Esquerra, que pronostica un resultado ajustado.