En un momento en que los derechos de las mujeres retroceden globalmente, dentro y fuera de la Unión Europea (UE), la Eurocámara ha aprobado la primera ley comunitaria contra la violencia de género. El Parlamento Europeo ha aprobado la normativa con 522 votos a favor, 27 en contra y 72 abstenciones, de esta manera los eurodiputados han dado luz verde a las normas ya acordadas en enero con el Consejo de la UE. La normativa incluye varios tipos de violencias machistas, desde el matrimonio forzado a la mutilación genital femenina y al ciberacoso. Sin embargo, en el texto no se considera la violación con una definición basada en el consentimiento y se limita a impulsar la prevención de las violaciones y a sensibilizar sobre el consentimiento.

La aprobación de la normativa deja un sabor agridulce, ya que, por una parte, es la primera vez que la UE cuenta con una normativa contra la violencia machista que implica todos los Estados miembros, pero deja prácticamente sin cubrir un grave delito: la violación. Este fue el punto que más enfrentó a los negociadores del Parlamento Europeo y del Consejo de la UE y que finalmente se resolvió con el establecimiento de medidas para prevenir esta agresión, por ejemplo, a través de sensibilización sobre el sexo no consentido.

Hasta trece Estados miembros, incluyendo España, estaban a favor de incluir la violación definida como el sexo sin consentimiento (ante las legislaciones que todavía requieren el uso de la fuerza para considerarlo violación), pero hacía falta una mayoría cualificada del 55% de los países que representaran al menos el 65% de la población, un requisito imposible de alcanzar sin estos tres países.

Recelo entre algunos eurodiputados

La eurodiputada socialdemócrata sueca Evin Incir, una de las capas negociadora del texto, dijo que estaba decepcionada con los que han encabezado el rechazo a incluir la violación a la ley y los advirtió que su "traición y obstrucción a la oportunidad de tener una legislación basada en el consentimiento no será olvidada". El choque principal ha sido con Francia, Alemania y Hungría, que se han negado a incluir este concepto, de violación.

Aunque no se iguale su definición basada en el consentimiento en toda la UE, la directiva sí que recoge que las campañas de concienciación que los países europeos diseñen contra la violación se tienen que centrar en la idea de que el sexo sin consentimiento es un crimen y que el consentimiento "tiene que darse de manera voluntaria como resultado del libre albedrío de las personas". "Sé que tendremos que hacer más porque eso es solo el principio. Hemos llegado lejos con esta directiva, tendríamos que haber ido todavía más lejos, pero ha habido fuertes resistencias. Pero confío en que la UE será un lugar mejor con esta directiva", dijo la eurodiputada popular irlandesa Frances Fitzgerald.