El juicio por la posible extradición del fundador de Wikileaks, Julian Assange, a los Estados Unidos ha empezado en Londres con un alegato de la parte demandante, que ha esgrimido en nombre de Washington que el periodismo no puede ser una excusa para saltarse la ley y poner documentos secretos a disposición de organizaciones terroristas.

Uno de los representantes de la parte norteamericana, James Lewis, ha asegurado que el material que difundió Wikileaks, que filtró miles de documentos clasificados de los servicios de Inteligencia y del gobierno de los Estados Unidos, puso en riesgo ciudadanos de países gobernados por regímenes represores, según el diario The Guardian.

Así, se ha avanzado a la defensa y ha descartado que el "riesgo" que representa la tarea de los "informadores" como Assange sea "exagerado". "Recuerdo al tribunal que fueron estos individuos los que pasaron información a regímenes como el de Irán y a organizaciones como Al-Qaeda", ha añadido.

Assange, de 48 años, se encuentra bajo custodia en el Reino Unido, donde estuvo casi siete años refugiado en la embajada ecuatoriana para evitar precisamente ser trasladado a ningún otro país. Entonces, Suecia lo investigaba por una presunta violación y, ahora, corre el riesgo de enfrentarse en los Estados Unidos a 18 cargos que podrían implicarle una pena de 175 años de prisión.

Los abogados de Assange tomarán la palabra este martes, en el marco de una primera semana inicial que servirá básicamente para que cada parte exponga sus argumentos legales. La defensa ya ha adelantado que argumentará que el tratado bilateral de extradición prohíbe los traslados por delitos políticos.

Las vistas quedarán después aplazadas hasta el 18 de mayo, si bien el asunto previsiblemente seguirá siendo de actualidad hasta entonces. La defensa ha sugerido que el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha ofrecido el indulto a Assange si negaba que Rusia tuviera nada que ver con las filtraciones de correo de la campaña de la demócrata Hillary Clinton en el 2016.

Los defensores del fundador de Wikileaks se han concentrado este lunes en las puertas del tribunal como un gesto de apoyo.