En un comunicado de esta mañana, la nueva administración Biden se suma a las condenas de China por las atrocidades sistemáticas cometidas contra la minoría musulmana uigur.

Según la información disponible, se estima que más de un millón de personas han sido detenidas en más de 1000 campos chinos.

Después de la exhaustiva investigación publicada ayer por la BBC donde varios testimonios relatan sus experiencias dentro de los campos de "reeducación" chinos, el ejecutivo americano ha condenado los hechos.

En su último día de presidencia, la administración Trump ya denunció los "crímenes contra la humanidad" y el "genocidio" contra la minoría étnica. El ex-secretario de Estado, Mike Pompeo, declaró que "después de un análisis exhaustivo de los hechos disponibles" los EE.UU. ha detectado que desde marzo del 2017 China ha emprendido un "intento sistémico por destruir a los uigures". En particular, los americanos denunciaron encarcelamientos "arbitrarios", torturas y restricciones a la libertad de religión, de expresión y de movimiento. A pesar de eso, la única acción que contemplan de momento como estado es la condena de los hechos y la implicación de las autoridades judiciales internacionales.

 

Reacciones internacionales

En las declaraciones de hoy, un portavoz del Departamento de Estado americano ha trasladado su "profunda preocupación" por las acusaciones de "violaciones sistemáticas y abuso sexual contra las mujeres internadas en los campos por el etnia uigur y otros musulmanes en Xinjiang". El Departamento de Estado ha asegurado que los testimonios de las atrocidades "golpean la conciencia y tienen que ser atendidas con graves consecuencias."

Por otra parte, la ministra de Asuntos Exteriores australiana, Marise Payne, también ha comunicado su consternación, exigiendo el acceso "inmediato" de la ONU en la región china, apelante directamente a la Alta Comisaria de los Derechos Humanos, Michelle Bachelet.

Por su parte, el gobierno Chino ha negado rotundamente la veracidad de los testimonios y las investigaciones, alegando que en los campos sólo ocurre el "entrenamiento vocacional y educación" de los internos.

Según varios observadores de Derechos Humanos, el gobierno Chino habría embarcado en la opresión gradual de los más de 12 millones de uigures, la mayoría concentrados en la zona de Xinjiang, que ha culminado en su vigilancia masiva, detención, adoctrinamiento y esterilización forzada de forma sistemática.

 

Foto principal: los EE.UU. condenan a la represión sistemática de la minoría uigur a la China / Efe