En su primera entrevista con un medio de comunicación tras el intento de golpe de Estado del 15 de julio, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan responde "con virulencia a las críticas occidentales a la dureza y amplitud de las purgas hechas tras el golpe", según los tres periodistas de Le Monde que hablaron con Erdogan la víspera de la manifestación monstruo de este domingo en su apoyo.

Erdogan culpa a sus socios europeos y americanos, por su falta de "empatía" y apoyo y lamenta que ninguno le haya mostrado todavía su solidaridad. Utiliza reiteradamente la expresión "los occidentales" al estilo islamista menos moderado.

Pena de muerte

También insinúa que frenó la reinstauración de la pena de muerte a cambio de la promesa de la UE de facilitar visados a los ciudadanos turcos. Erdogan se niega a descartar el retorno de la pena de muerte, cosa que liquidaría el proceso de adhesión a la Unión Europea.

"Si una persona ha matado a otra, sólo la familia de la víctima puede decidir el destino de los culpables. Si la familia decide perdonar, puede hacerlo; pero nosotros, como Estado, no podemos. Por descontado, la autoridad judicial puede perdonar, pero si millones de personas en todo el país exigen la pena de muerte, su solicitud será considerada por el Parlamento, que decidirá si se restablece".

El presidente turco no olvida acusar "a los occidentales" de sostener las fuerzas kurdas que luchan en Siria contra el Daesh o Estado Islámico. "El mundo occidental", añade, "está en contradicción con los valores que defiende. Tendría que dar apoyo a Turquía, que ha hecho suyos sus valores democráticos. Por desgracia, Occidente ha preferido dejar solamente a los turcos. Los occidentales no tienen que preocuparse tanto por el número de personas detenidas o arrestadas".

Rusia y Siria

Erdogan se queja de la desidia con que la UE trata a su país. "Hace 53 años que estamos a las puertas de Europa. La UE es el único responsable y culpable [de este retraso]. Nadie más que Turquía ha sido tratado así (...). La UE no se comporta sinceramente con Turquía. Ahora mismo alojamos a tres millones de refugiados, mientras la única preocupación de la UE es que no lleguen a su territorio (...). Si nuestras demandas no se cumplen, no admitiremos a más".

Este martes día 9, Erdogan se reúne con Vladímir Putin en San Petersburgo. El encuentro sellará la reconciliación turca con Rusia después de las sacudidas en la relación provocadas por la intervención rusa en la guerra de Siria. Erdogan insiste en la necesidad de que dimita el presidente sirio Bashar al-Assad, aliado de Moscú y afiliado a una denominación xiíta del islam tutelada por Irán, país con quien Turquía se disputa la influencia en el Oriente Próximo.

"600.000 personas han muerto hasta ahora en Siria", discursea el presidente turco. ¿Quién es responsable? Assad. El responsable de la muerte de 600.000 conciudadanos no tiene que recibir nuestro apoyo. No obstante, algunos se lo dan. Si creemos en la democracia, no hay que jugar este juego. Tenemos que pasar a otra cosa. (...) Se nos dice que si Assad se va, llegará el Daesh. Nada de eso pasará".