Sería una pena que a la larga el senil presidente de los Estados Unidos sea recordado por sus constantes lapsus y no como criminal de guerra por haber vetado varias veces al Consejo de Seguridad de la ONU cualquier alto el fuego en Gaza. Con todo, Joe Biden deja este fin de semana un nuevo traspié mental, de los que ya nos tiene acostumbrados. Si ya ha dejado otras perlas como balbucear sin sentido en una comparecencia durante una visita a China o confundir la guerra de Ucrania con la de Irak, ahora a Biden le ha traicionado el subconsciente y se ha referido al expresidente americano y probablemente su rival en los próximos comicios de 2024, Donald Trump, como el "presidente en funciones".

Lo ha hecho este sábado en un discurso en Carolina del Sur, en dónde el líder estadounidense ha reprochado a Trump que haya afirmado que espera "el colapso de la economía americana en los próximos 12 meses". "¡Un presidente en funciones!", ha subrayado, ofendido. "Bendíceme padre, porque... ¡Venga hombre!", ha concluido, con el tono y el estilo comunicativo más propio de un stand up comedian que de un funcionario público con potestad para tirar misiles sobre otro país soberano, característica inherente de la política americana, que es a veces más parecida a un show o al sector publicitario.

Sentar a Trump de nuevo en la Casa Blanca, posible premonición

Un lapsus, además, que podría ser premonitorio, con el auge de un Donald Trump crecido en las encuestas y que lidera ampliamente las primarias del Partido Republicano. A pesar de la derrota de Trump en 2020 frente a Biden, no sería extraño que en un segundo asalto el republicano se cobrara su venganza. Más allá de las dudas que hay entre parte de la población americana sobre el estado físico y psicológico de un presidente octogenario, el principal apoyo normalmente garantizado y movilizado a favor del Partido Demócrata son, entre los sectores mayoritariamente progresistas, los jóvenes y las personas racializadas; colectivos entre los cuales ha surgido una gran animadversión contra quienes han bautizado como "Genocide Joe" (Genocida Joe), por el apoyo a Benjamin Netanyahu y el gobierno de Israel en su cruenta ofensiva sobre la Franja de Gaza, que ha dejado ya a más de 25.000 civiles muertos en apenas unos meses. Desde que estalló el conflicto y el gobierno estadounidense no tardó en posicionarse con su socio, a la vez que ha vetado varias llamadas al alto el fuego del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, se han sucedido numerosos escraches contra Biden y su vicepresidenta, Kamala Harris. En noviembre, a ver el coste electoral que les supone.