El voto por correo es la clave que ressoldrà las elecciones presidenciales en Austria después de que el voto presencial otorgara al ultranacionalista Norbert Hofer el 51,9% de los votantes, por delante de la ecologista Alexander Van der Bellen, que obtuvo el 48 , 1%. Tras el recuento de más de la mitad de las 700.000 papeletas de voto por correo, Van der Bellen ha recortado distancias con Hofer hasta 53.782 votos de diferencia, pero el presidenciable de los Verdes no ha superado aún a la extrema derecha. A falta de terminar el recuento, que se espera para primera hora de la tarde, Van der Bellen obtiene el 60,7% del voto por correo, mientras Hofer se sitúa en el 39,3%, una cifra aún insuficiente para dar la vuelta a los resultados.

De hecho, los dos candidatos quedaron virtualmente empatados en las eleccions. Ambos candidatos se han mostrado sorprendidos por el empate y al mismo tiempo optimistas por mantener todavía posibilidades de convertirse en el vencedor final de los comicios. Por un lado, Hofer ha asegurado que todavía tiene confianza pero que en cualquier caso no importa quién gane esta contienda puesto que el nuevo presidente deberá unir a un país dividido. Por otro lado, Van der Bellen se ha mostrado en una primera reacción "moderadamente optimista" para poder ganar y ha reconocido que la campaña electoral ya "abrió brechas" en la sociedad.

Más participación y el voto de la capital


La participación ha subido en esta segunda y decisiva ronda electoral hasta el 71,9 por ciento, frente al 68,5 por cien registrado en la primera vuelta, ganada el 24 de abril pasado por Hofer con un 35,1 por ciento, contra el 21,3 por ciento de Van der Bellen. Viena es de largo la circunscripción más grande del país y un gran bastión para los ecologistas. 

Según el ministerio de Interior, el recuento de los votos por correo será anunciado el lunes por la tarde, aunque no se ha precisado todavía una hora concreta.

La derecha radical populista

En caso de ganar el derechista Hofer del Partido de la Libertad (FPO), sería el primer jefe de Estado de la derecha radical populista en un país de la Unión Europea (UE).

Su campaña electoral ha girado alrededor del eslogan "los austríacos primero", centrándose en defender los valores del país alpino frente a lo que asegura que son las imposiciones de la UE, la amenaza de los inmigrantes y el peligro que supone el Islam. Austria acogió el año pasado 90.000 refugiados después de que su vecina Alemania abriera las fronteras a los desplazados por la guerra en Siria.