El Reino Unido no agotó todas las opciones pacíficas antes de invadir Iraq en 2003. Así lo ha asegurado hoy John Chilcot, responsable de elaborar el informe sobre este conflicto armado. Chilcot ha afirmado que la alternativa militar "no fue la última opción" disponible. 

Este informe, además, deja en entredicho la gestión del primer ministro del momento, Tony Blair. El político laborista, según Chilcot, presentó como ciertas unas pruebas "no justificadas" y datos "defectuosos" sobre la posesión de armas de destrucción masivas por parte del régimen del entonces presidente iraquí, Saddam Hussein. Además, prometió apoyo incondicional al presidente norteamericano George Bush.

"Estaré contigo pase lo que pase", escribió Blair a Bush el 28 de julio de aquel año. Ocho meses después empezaba la guerra, y fue entonces cuando Blair ofreció, formalmente, el apoyo a los Estados Unidos. Entre otros documentos, el informe deja al descubierto las 29 cartas y notas que se intercambiaron los dos presidentes entre 2001 y 2007, y que acabaron formando una coalción militar, junto con España, para atacar Irak y derrocar a su presidente, Sadam Hussein. 

El exalto cargo británico que hoy ha presentado el informe, siete años después de que le fuera encargado, también asegura que la guerra de Iraq ha tenido consecuencias hasta hoy. En este sentido, el autor del documento ha recordado hoy la difícil situación en que se encuentra hoy Iraq y ha mencionado el devastador atentado perpetrado el pasado fin de semana, en el que 250 personas perdieron la vida.

Blair asume la responsabilidad

Después de esta noticia, l'exprimer ministro británico Tony Blair ha salido al paso y ha dicho que asume "toda la responsabilidad" por cualquier error cometido en la guerra de Iraq, "sin excepción ni excusas". Blair ha asegurado que tomó la decisión de "buena fe" y para el "mejor interés" de su país.

"Asumiré toda la responsabilidad por cualquier error sin excepción o excusa. Al mismo tiempo, "creo que fue mejor sacar Saddam Hussein (entonces presidente del Iraq) y que no creo que esta sea la causa del terrorismo que vemos hoy, ya sea al Oriente Medio o en cualquier parte del mundo", ha asegurado l'exprimer ministro.

"Sobre todo rendiré tributo a nuestras fuerzas armadas. Expresaré mi profundo pesar por la pérdida de vidas y el sufrimiento que ha causado a las familias y expondré las recomendaciones para que los futuros líderes puedan aprender de mi experiencia", ha alegado.

Las familias lo quieren procesar

El informe ha desatado la ira entre algunos antiguos combatientes y los familiares de los soldados británicos muertos en la guerra del Iraq que ya han asegurado que intentarán procesar al ex primer ministro laborista Tony Blair, a quien responsabilizan de un conflicto que califican "de ilegal".

Muchos de ellos han participado en una manifestación en el centro de Londres, organizada por la Coalición Paren la Guerra, en solidaridad con las víctimas británicas e iraquíes y para condenar la invasión, que lideró Estados Unidos con el apoyo del Reino Unido y España.