ÚLTIMA HORA | Sigue el minuto a minuto del conflicto Rusia - Ucrania
A medida que pasan los días, la invasión rusa de Ucrania se complica. Los servicios de inteligencia británicos han advertido este miércoles en su informe diario sobre la guerra que "las defensas aéreas ucranianas parecen disfrutar de un éxito considerable contra los aviones de combate de Rusia modernos, hecho que probablemente les impide conseguir cualquier grado de control del aire". Paralelamente, las fuerzas rusas siguen sin hacer muchos avances en las últimas jornadas de campaña militar, sobre todo en el noroeste de la capital, Kyiv. En los últimos días, y una vez alcanzados la mayoría de objetivos en el este del país, el ejército de Rusia sigue bombardeando las ciudades de Járkov, Chernígov, Sumy y Mariúpol, que permanecen rodeados, señala el ministerio de Defensa del Reino Unido.

Rusia no controla el aire

Ucrania resiste. Aparte de las dificultades que los rusos han sufrido para poder acceder a la capital desde el norte del país y el alargamiento de una campaña que tenía que ser relámpago, todo apunta que Rusia tampoco han conseguido controlar el espacio aéreo, a pesar de las deficiencias de los ucranianos en este terreno. Así y todo, la resistencia disfruta de un "éxito considerable" a la hora de parar las fuerzas aéreas, indica la defensa británica, y los usuarios de internet son testigo de ello: una retahíla de imágenes de cazas, aviones y helicópteros militares rusos han inundado en los últimos días las redes sociales, junto con vídeos de pilotos capturados. Según los cálculos del portal colaborativo Oryx, el bando ruso ya habría sufrido 24 bajas de vehículos aéreos en dos semanas de invasión, la gran mayoría destruidos, mientras que los ucranianos solamente habrían perdido 11. Todo indica que Ucrania cuenta con un sistema de defensa aérea bien sólido.

Imágenes de un supuesto avión ucraniano que derroca con éxito dos aviones enemigos.

Refuerzos aéreos

A pesar del éxito relativo del ejército ucraniano en este ámbito, el gobierno de Volodímir Zelenski sigue pidiendo ayuda en forma de aviones de guerra, pero los Estados Unidos han rechazado finalmente la propuesta de Polonia de transferirles aviones de combate soviéticos MiG-29 para enviarlos posteriormente a Ucrania y utilizarlos en la defensa del país contra la invasión rusa. El portavoz del Pentágono, John Kirby, ha asegurado esta madrugada que la propuesta "no es factible" y genera "preocupaciones graves" para toda la OTAN porque implicaría volar en una zona en disputa con Rusia. El martes por la noche, el gobierno polaco dijo que estaba preparado para "entregar inmediatamente y sin coste" los aviones a condición de recibir nuevos a cambio. Las aeronaves saldrían de una base militar polaca e irían a la base alemana de Rammstein, de los EE. UU. En medio de estas turbulencias, está previsto que la vicepresidenta norteamericana, Kamala Harris, aterrice en Polonia para agradecer a los polacos su colaboración con los refugiados que huyen de la guerra.

Estancados

El ministerio de Defensa del Reino Unido hace días que asegura en sus informes que Rusia ha hecho muy pocos avances en la última semana de guerra. A pesar de los fuertes bombardeos continuados sobre las ciudades en el este y el sur del país, los rusos no han alcanzado ningún objetivo relevante en los últimos días. Dos semanas después del inicio de la invasión, la inteligencia norteamericana cree que un convoy de unos sesenta y cuatro kilómetros permanece totalmente parado en el norte de Kyiv, a unos treinta kilómetros de la capital. Según las hipótesis más consolidadas, el ejército ruso estaría sufriendo un problema logístico y de suministro, y estaría esperando los refuerzos para reagruparse. Este problema la habría exacerbado, a su vez, la resistencia ucraniana, que tendría órdenes de atacar los vehículos de suministro. Pero a la guerra cada minuto que pasa es extremadamente preciado. Putin no se puede permitir alargarla hasta la primavera. En las redes sociales, expertos y aficionados al armamento militar empiezan a hablar del fenómeno que podría dificultar todavía más la marcha de los convoyes rusos: la raspútitsa.