El secretario de Estado de los EE.UU., Antony Blinken, se ha reunido con líderes palestinos e israelíes en su intento por asegurar un acuerdo de alto el fuego. Las reuniones siguieron una propuesta presentada por Hamás que incluía el retorno de los cautivos por etapas, así como la eventual retirada de los soldados israelíes de Gaza. Sin embargo, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha dicho que "no hay ninguna otra solución" que la "eliminación total de Hamás" y ha rechazado los términos propuestos. "Ceder a las delirantes demandas de Hamás que escuchamos ahora no solo no conducirá a la liberación de los cautivos, sino que solo invitará otra masacre", ha dicho.

Israel quiere desmantelar Hamás cueste lo que cueste

El ejército israelí publicó un extracto de la evaluación de la situación del jefe del ejército Herzi Halevi en que dice que "desmantelar Hamás" no se puede hacer en un periodo corto y lo describió como "sacar capas".

Como más combatientes y comandantes de Hamás mueran y más infraestructura se destruya, más cerca estarán los militares de conseguir el importante objetivo de traer de vuelta a los cautivos, ha destacado. "Espero que todos, estemos haciendo un gran esfuerzo en eso. No pasará sin presión militar", ha dicho Halevi.

Netanyahu no quiere un alto el fuego

Netanyahu ha rechazado la propuesta de Hamás de hacer un alto en fuego en tres fases, y ha apostado por seguir ejerciendo "presión militar" para conseguir la liberación de los rehenes y la destrucción de Hamás. "La única solución es la victoria absoluta", ha aseverado este miércoles en rueda de prensa. Netanyahu ha dicho que esta victoria está cada vez más cerca, y que es "cuestión de meses" que Israel gane en Gaza. "Continuar con la presión militar es una condición necesaria para liberar a los rehenes, sucumbir a Hamás solo llevará a otra masacre", ha afirmado, y por eso ha pedido al ejército israelí que "destruya metódicamente Hamás" hasta conseguir que la Franja "no represente ninguna amenaza para Israel".

Hamás había propuesto al gobierno israelí un acuerdo para la liberación de los rehenes secuestrados el 7 de octubre a cambio de una retirada completa de las tropas israelíes de Gaza y de la liberación de un número específico de prisioneros palestinos. Netanyahu, sin embargo, ha rechazado entrar en cualquier tipo de negociación y ha insistido en que rendirse ante las "demandas delirantes" del grupo islamista supondría el "desastre" y por eso ha pedido "continuar hasta el final". "Fijé la victoria absoluta como el objetivo desde el principio, y no nos conformaremos por menos que eso", ha insistido.