En una comparecencia televisada desde el balcón de la Sala Azul de la Casa Blanca el presidente estadounidense, Joe Biden, ha anunciado la muerte en manos del ejército estadounidense del líder de Al Qaeda, Ayman en el Zawahir. El domingo de madrugada Zawahir, quien se encontraba al frente de la banda terrorista desde la muerte de Osama Bin Laden, se encontraba en su residencia de Kabul (Afganistán) cuando un dron le disparó dos misiles Hellfire.

Según la Casa Blanca, únicamente el líder de Al Qaeda murió en la operación, y no hubo ningún daño colateral, ni siquiera los miembros de su familia que se alojaban, cosa en que el mismo Biden había insistido varias veces y que había puesto como una de las condiciones para proceder con el ataque. La autorización de Biden se otorgó unos días antes del ataque, el lunes 25 de julio, después de varias semanas de reuniones con la cúpula militar y de inteligencia.

Biden, ha afirmado que con la muerte de Al-Zawahiri "se ha hecho justicia" y que el mundo ya no tiene que temer a este "asesino despiadado". Además, el presidente estadounidense ha asegurado que su país estará siempre alerta y preparado para actuar cuando se trate de defender la seguridad de los ciudadanos norteamericanos.

Nacido en Egipto en 1951, Al Zawahiri era un médico que sus compañeros de facultad calificaban de tímido, pero que llegó a convertirse en uno de los terroristas más buscados del mundo como líder de la red Al Qaeda después de la muerte de Bin Laden. Una de las últimas veces que Al Zawahiri apareció en un vídeo antes de su muerte fue en una grabación difundido por la organización terrorista con motivo del vigésimo aniversario de los atentados del 11 de septiembre del 2001 en los EE.UU.

 líder de Al Qaeda, Ayman en el Zawahir, abatido por los Estados Unidos / Efe
Líder de Al Qaeda, Ayman en el Zawahir, en un mensaje televisivo / Efe

Los talibanes condenan el ataque

Mientras los Estados Unidos celebran la ejecución de Al Zawahiri, el gobierno talibán de Afganistán ha condenado el ataque en dron. Aunque no se refirieron en ningún momento al destacado yihadista, y afirmaron que se trató de una violación del acuerdo de Doha con los Estados Unidos. El gobierno talibán "condena enérgicamente este ataque, que se produjo por el motivo que fuera, y lo considera una clara violación del derecho internacional y del acuerdo de Doha", aseguró al principal portavoz islamista, Zabiullah Mujahid, en un comunicado. Estos ataques "repiten la experiencia fallida de los últimos 20 años y van en contra de los intereses de los Estados Unidos, Afganistán y la región," sentencian.