Estados Unidos deportó este miércoles a un criminal de guerra nazi, de 95 años, a Alemania. La Casa Blanca ha anunciado en un comunicado que la deportación llega 14 años después de que un juez ordenara su expulsión del país.

Jakiw Palij, vivía en la ciudad de Nueva York. Tras la Segunda Guerra Mundial, Palij ocultó su participación en la matanza de judíos en el campo de Trawniki, en la Polonia ocupada por los nazis, y entró a Estados Unidos alegando que era granjero y operario de fábrica. 

Estados Unidos lleva desde 2005 intentando expulsarlo del país, donde vivía de ayudas sociales en el barrio neoyorquino de Queens, ya que los tribunales estadounidenses no le pueden juzgar por crímenes cometidos durante la II Guerra Mundial que no hayan tenido lugar en su territorio.

Hasta ahora, Alemania no quería hacerse cargo de Palij al no haber poseído nunca la ciudadanía alemana y con el argumento, además, de que no existía ninguna orden de detención en su contra por asesinato o complicidad en asesinato. Tampoco Polonia ni Ucrania, país al que pertenece actualmente la ciudad en la que nació Palij, querían acoger al exnazi. Por eso la deportación se retrasó tanto.