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Una derivada de la guerra en Ucrania también es el ecologismo. Vladimir Putin no tiene ningún tipo de miramiento en aumentar la huella de carbono dentro de su casa y, ahora, quiere replicar el modelo en Ucrania para sacar, de rebote de esta guerra, madera de sus bosques. Las autoridades rusas planean talar y vender bosques ucranianos, según un comunicado publicado el 15 de marzo por la Dirección Principal de Inteligencia (GUR) del Ministerio de Defensa de Ucrania. Y adjunta las pruebas con una carta del ministro de Defensa ruso, Serguei Xoigu, al presidente ruso Vladimir Putin donde detalla las intenciones.

A pesar de todo, todavía no hay manera de confirmar de forma independiente la autenticidad del documento publicado. Y por su parte, el Ministerio de Defensa ruso no ha comentado esta publicación. Pero ahora mismo ya hay puntos verdes en riesgo. Según la misma Dirección Principal de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania, todos los bosques que acabaron en el territorio controlado temporalmente por las tropas rusas se encuentran en estos momentos dentro de la "zona de mayor riesgo". El documento pretende obtener un permiso para la deforestación total de los "bosques, árboles, arbustos y plantas verdes" ucranianos.

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Documento del servicio de inteligencia ucraniano como prueba de las intenciones del Kremlin con la tala de bosques

Objetivo: la madera

Shoigu pide permiso para talar bosques y espacios verdes y utilizarlos para crear fortificaciones "en una operación militar especial", siguiendo el vocabulario ruso para tapar el concepto explícito de guerra. "La tala está prevista para cualquier intensidad y edad, independientemente de la forma de propiedad y la categoría del terreno con derecho de aprovechamiento de la madera resultante", especifica. Al mismo tiempo, la carta señala que la madera que no se utiliza para las necesidades del ejército ruso "se venderá y los fondos recibidos se utilizarán para dar apoyo al ejército ocupante", informa la inteligencia ucraniana.

Por todo ello, se ha activado la alerta ecológica: "La tala total de espacios verdes es otro delito terrible de los ocupantes y la creación de ecocido. La última vez que pasó una cosa así en el territorio de Ucrania fue durante la ocupación nazi. Cuando los invasores destruyeron y llevarse valores materiales y naturales ", comenta el departamento de inteligencia ucraniano. El concepto de ecocidio es el daño masivo y la destrucción de los ecosistemas, es decir, un daño grave a la naturaleza de manera generalizada a largo plazo. Y las maneras de llevarlo a cabo son diversas: la deforestación pero también la pesca industrial, los vertidos de petróleo, la minería en el fondo del mar, la fractura hidráulica, entre otros.

Las políticas sostenibles de Putin no son una prioridad, tampoco para su Rusia. Desde la creación de la Federación de Rusia no ha habido ninguna evaluación de "la eficiencia del carbono" de la gestión forestal, así como la recolección y exportación de madera. Incluso la cantidad del potencial de absorción de la silvicultura del país en equivalente de carbono todavía no se ha determinado oficialmente, y sus estimaciones en varias fuentes difieren en un orden de magnitud. Asimismo, no se ha establecido el precio del recurso absorbente de los bosques y la gestión forestal. El último gran escándalo fue el año 2016, cuando empezaron a aparecer informes sobre la tala de grandes conjuntos de árboles a los parques forestales de Moscú.

¿En peligro los Cárpatos?

Por su parte, desde Ucrania hay en riesgo uno de sus grandes patrimonios. El año 2007, la Unesco incluyó por primera vez en su listado de naturaleza los bosques de hayas primigenias de los Cárpatos. Hasta el año 2021, la organización ha ido ampliando esta lista con otros hayedos de esta cordillera de la Europa oriental que pasa por Ucrania pero también está delimitado por Eslovaquia y Rumania, donde se protegen ejemplares de árboles de hasta 55 metros de altura, como encontramos en el bosque Stuzhytsia, donde también ha sido un centro de maratones que hasta ahora eran un pulso de atracción de maratones y amantes de la naturaleza.