Con motivo de la visita de Kim Yong-nam, presidente honorífico de Corea del Norte, a los Juegos Olímpicos de PyeongChang, la capital surcoreana, Seúl, propone nuevas reuniones que podrían ser las de más alto nivel de la historia en su territorio. Kim, que es presidente de la Asamblea Suprema norcoreana y planea visitar el Sur del 9 al 11 de febrero, se convertirá en el funcionario de mayor rango del régimen en viajar hasta ahora el país vecino. Un portavoz de Seúl admitió que el presidente surcoreano, Moon Jae-in, está considerando proponer un encuentro bilateral entre ambos, algo que de producirse supondría la cumbre intercoreana de mayor nivel celebrada jamás en Corea del Sur. Independientemente de si Pyongyang rechaza o no esta propuesta, Moon y Kim se verán las caras en la recepción oficial para mandatarios del 9 de febrero con motivo de la inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno que se celebran en el condado surcoreano de PyeongChang. Allí estará también el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, y muchos analistas se han preguntado si un encuentro sería posible entre él y Kim.

Una mayoría lo ve improbable puesto que Pyongyang no ha mostrado voluntad alguna de desechar su programa nuclear, condición indispensable para Washington antes de iniciar cualquier diálogo. No obstante, el presidente honorífico norcoreano es conocido por su dilatada carrera diplomática (fue canciller) y no está ligado al desarrollo de armas del régimen, por lo que no está sujeto a sanciones como otros miembros de la élite en Pyongyang, algo que supone un factor positivo para un hipotético cara a cara con Pence.

En todo caso, el Gobierno de Seúl está convencido de que la histórica participación norcoreana en PyeongChang 2018, acordada por ambos países en enero, puede ayudar a rebajar la tensión y a facilitar el acercamiento tras un 2017 marcado por las pruebas de armas del régimen vecino y sus cruces de amenazas con Donald Trump. Ambas Coreas, que técnicamente siguen en guerra ya que el conflicto que las enfrentó entre 1950 y 1953 se cerró con un alto el fuego y no un tratado de paz, acordaron también desfilar juntas en una inauguración olímpica por primera vez desde 2006. "La visita del presidente Kim Yong-nam refleja la voluntad de Corea del Norte de mejorar las relaciones intercoreanas", ha asegurado en un comunicado la oficina presidencial surcoreana, que calificó la actitud del Norte de "seria y sincera". Corea del Norte notificó a última hora del domingo que junto a Kim viajarán otros tres delegados del régimen y 18 oficiales de apoyo, aunque por el momento no ha especificado nada más sobre la composición del grupo.

Por otra parte, Pyongyang también anunció que el grueso de la orquesta norcoreana que ofrecerá dos actuaciones en Corea del Sur en el marco de la celebración de los Juegos se desplazará mañana al país vecino en ferri. El régimen espera que los 140 integrantes de la Orquesta Samjiyon, que actuarán los días 8 y 11 de febrero, puedan alojarse viajar y alojarse durante su estancia en el Sur en el ferri Mangyongbong-92. Pese a su polémico historial (Japón prohibió que volviera a amarrar en su territorio al considerar que Pyongyang lo usó para introducir ilegalmente tecnología necesaria para sus programas de armas), la nave no se encuentra entre las embarcaciones norcoreanas sujetas a sanciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Además de enviar atletas y músicos, Corea del Norte ha acordado también desplazar a cientos de animadoras y un equipo de exhibición de Taekwondo a estos Juegos de Invierno, que concluyen el 25 de febrero.