La enemistad entre Donald Trump, expresidente de los Estados Unidos de América y nuevo candidato de los republicanos en la Casa Blanca, y el príncipe Enrique de Inglaterra es pública. Las diferencias entre los dos llevaron a Trump a aprovechar cuando el príncipe inglés sacó su autobiografía a afirmar que si volvía a ser presidente lo deportaría. Podría haber sido una más de la lista de declaraciones incendiarias que hace a menudo el expresidente republicano, pero ahora ha vuelto a insistir. En una entrevista con el expolítico de extrema derecha Nigel Farage, Trump ha afirmado que no dará un trato especial a Enrique y lo deportará si mintió en su visado de entrada en los Estados Unidos.

Sin embargo, ¿de dónde surge la sospecha de si el príncipe inglés podría haber mentido en su visado? Todo nace de la autobiografía de Enrique, donde reconoce haber probado o consumido con cera regularidad cocaína, marihuana y setas psicodélicas. Si bien todas estas situaciones que explica el miembro de la familia real británica son de su juventud, podrían no hacerlo apto para el visado. Así pues, Trump sostiene que revisará su petición de visado y en caso de que hubiera declarado no haber consumido drogas, se plantea deportarlo.

"Tendremos que ver si saben algo sobre las drogas, y si mintió tendrán que tomar las medidas adecuadas", ha afirmado Trump. Al ser preguntado por Farage cuáles son exactamente estas "medidas adecuadas" y si implican no mantenerse en el país, el expresidente ha apuntado: "No sé. Me lo tendrás que decir. Solo me lo tienes que decir". Anteriormente, ya ha mostrado su rechazo contra Enrique, llegando a afirmar: "Yo no lo protegería. Traicionó a la Reina. Eso es imperdonable".

Los problemas judiciales de Trump

Al margen de su cruzada con el príncipe Enrique, Trump tiene otros problemas, concretamente judiciales. Los abogados del magnate han anunciado que no puede pagar los 464 millones de dólares de fianza a la cual se le condenó en un caso de fraude civil en Nueva York. El expresidente tiene que pagar el importe total en efectivo o asegurar una fianza para continuar con su apelación. Sin embargo, los representantes legales del expresidente republicano han denunciado que ninguna compañía de seguros les quiere cubrir este gasto descomunal.

"Una fianza de este tamaño se ve raramente o nunca. En la circunstancia inusual en que se emite una fianza como esta, se impone a las empresas públicas mayores del mundo, no a particulares o a empresas privadas", han señalado los abogados del expresidente republicano.