Era la imagen más esperada del día. La de Donald Trump sentado al lado de Barack Obama en el despacho oval de la Casa Blanca. Después de años de reproches mutuos en público, la pregunta era como iría esta reunión y, a juzgar por lo que han exhibido ante los medios, ha habido buena sintonía. O eso ha exhibido ante las cámaras.

El presidente saliente, Barack Obama, ha asegurado que es importante que "estemos juntos ante los retos" y, dirigiéndose al mismo Trump, le ha dicho que hará todo el posible para ayudarlo "a tener éxito". Además, Obama ha manifestado que la conversación ha sido "excelente" y que se ha visto animado por el deseo de trabajar con su equipo temas importantes.

También Trump ha querido tener unas buenas palabras para Obama y ha asegurado que "es un gran honor" haberse reunido con él, y ha mencionado que se beneficiará de los consejos de Obama en los tiempos que venden. Trump también ha dicho que "han discutido algunas cuestiones, incluidas algunas que tenían ciertas dificultades" y que la conversación se ha alargado más de lo previsto, unos 90 minutos aproximadamente.

Trump y Obama, sin embargo, tienen una larga lista de desavenencias. Durante la campaña, Trump ha prometido acabar con parte del legado de Obama, incluido el Obama Care y el acuerdo nuclear con Irán, pero la enemistad entre todos dos viene de lejos.

El día que Obama humilló a Trump

De hecho, nos tenemos que remontar al año 2011 para entender porque las buenas palabras entre los dos exhibidas hoy son tan importantes. Aquel año, Trump puso en duda en una tertulia televisiva que el presidente Obama hubiera nacido en Estados Unidos, y que si era así, era un fraude para la democracia.

El presidente norteamericano contraatacó unos días después humillando al magnate en la tradicional cena de corresponsales. Obama lo dejó en ridículo haciéndole bromas incómodas ante unos 2.500 periodistas durante unos cuantos minutos. Unas bromas que Trump no encajó nada bien y que hizo evidente con su expresión facial.

Algunos, incluso, se han atrevido a decir que aquel día Donald Trump decidió firmemente presentarse a las elecciones presidenciales del país, pero sólo él sabe si esto es así. Lo que es seguro es que Obama hizo enfadar a Trump riendo sobre su presencia en el reality-show 'El Aprendiz', asegurando que todo el mundo "sabía cual era su experiencia" mientras se proyectaban imágenes del reality, y alejando dudas sobre su nacimiento.

Después de eso, la animadversión se hizo evidente entre los dos, y ha seguido siendo evidente durante la campaña con declaraciones punzantes de uno contra el otro. Trump ha asegurado que Obama es el peor presidente de Estados Unidos y ha puesto en entredicho la mayor parte de las políticas que el presidente demócrata ha llevado a cabo durante estos cuatro años.

Hoy, sin embargo, han tenido que dejar estas diferencias y animadversiones de lado, o como mínimo lo ha hecho cuando han posado ante los medios de comunicación. A puerta cerrada, nadie sabe lo que se han llamado ni la sintonía que ha habido.