La vice primera ministra británica, la laborista Angela Rayner, ha presentado este viernes su dimisión después de revelarse que no pagó suficientes impuestos cuando compró un piso en la localidad costera de Hove, en el sur de Inglaterra. Rayner, referencia de la izquierda laborista, se ha visto forzada a renunciar después de que ser investigada por Laurie Magnus, encargado de supervisar el comportamiento ético de los ministros. Rayner admitió este miércoles que no abonó todos los impuestos que le correspondían al adquirir una segunda propiedad. Rayner, pieza clave dentro del gobierno de Keir Starmer y responsable de impulsar la política de vivienda en el Reino Unido, reconoció en declaraciones en Sky News que se había puesto en contacto con el organismo encargado velar por el comportamiento de los ministros a fin de que avalara su actuación como miembro del ejecutivo.

Rayner explicó que había recibido un mal asesoramiento fiscal y que, ante las críticas recurrentes de los partidos de la oposición por la adquisición de una vivienda en Hove, descrito como segunda residencia, incluso se planteó dimitir. Insistió en que en ningún momento había querido eludir sus obligaciones tributarias y admitió que esta situación había sido especialmente difícil para su familia.

Vandalizan su piso

El primer ministro británico, Keir Starmer, se vio obligado este jueves a salir a condenar con contundencia el acto vandálico sufrido por la vicepresidenta, Angela Rayner, después de que apareciera una pintada al exterior de su piso con el mensaje "evasora de impuestos". Starmer remarcó que, a pesar de las críticas que puedan recibir los cargos públicos, es "inadmisible" que los domicilios privados sean objeto de acoso o intimidación.

"El primer ministro condena este vandalismo con la mayor firmeza posible. Sea lo que sea el escrutinio al cual puedan enfrentarse nuestros parlamentarios, es terrible que sus domicilios privados sean objeto de este tipo de ataques", señaló un portavoz de la residencia oficial del 10 de Downing Street. También un portavoz de Rayner calificó el grafitti de "totalmente injustificable e inaceptable. Ni Angela ni sus vecinos merecen ser objeto de acoso e intimidación. La policía tomará las medidas que considere oportunas".

Según varios medios, Rayner se habría ahorrado unas 40.000 libras (unos 46.000 euros) en impuestos de transmisión por la vivienda de Hove, valorado en 800.000 libras (920.000 euros), ya que declaró ante las autoridades fiscales que se trataba de su primera residencia, cuando en realidad no lo era y le correspondía pagar un tipo más alto.