La viceprimera ministra británica, Angela Rayner, que se encuentra en el centro de la polémica por sus asuntos fiscales relacionados con la compra de una vivienda, ha admitido este miércoles que no abonó todos los impuestos que le correspondían al adquirir una segunda propiedad. Rayner, pieza clave dentro del gobierno de Keir Starmer y responsable de impulsar la política de vivienda en el Reino Unido, ha reconocido en declaraciones en Sky News que se ha puesto en contacto con el organismo encargado de velar por el comportamiento de los ministros a fin de que avale su actuación como miembro del ejecutivo.
Según ha explicado, recibió un asesoramiento fiscal incorrecto e incluso consideró presentar la dimisión después de las críticas constantes de los partidos de la oposición a raíz de la compra de un piso en la localidad inglesa de Hove, calificado de segunda residencia. Ha remarcado que nunca ha intentado rehuir sus obligaciones fiscales y que toda esta situación ha sido especialmente dura para su familia.
BREAKING: Angela Rayner admits she didn't pay enough tax on flat purchase.
— Sky News (@SkyNews) September 3, 2025
The Deputy Prime Minister said has referred herself to the standards watchdog while speaking to Sky's @BethRigby on the Electoral Dysfunction podcast.https://t.co/TfIm6OkDuU
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"Me basé en el asesoramiento legal que me dieron, que me indicaba que tenía que abonar el impuesto de transmisión patrimonial estándar. Después, a raíz de las informaciones a los medios, consulté a un experto para que revisara todos mis asuntos y este concluyó que el asesoramiento recibido era erróneo", ha explicado Rayner. "Una vez supe que este era el caso, avisé y contacté con el asesor independiente sobre el código ministerial a fin de que pudiera analizar con transparencia lo que había pasado", ha añadido.
Dispuesta a abonar los impuestos pendientes
También ha indicado que se ha puesto en contacto con Hacienda para comunicarles que tiene impuestos pendientes sobre este asunto y que está dispuesta a abonarlos. Según varios medios, Rayner se habría ahorrado unas 40.000 libras (unos 46.000 euros) en impuestos de transmisión por la vivienda de Hove, valorado en 800.000 libras (920.000 euros), ya que declaró ante las autoridades fiscales que se trataba de su primera residencia, cuando en realidad no lo era y le correspondía pagar un tipo más alto.
Presión para dimitir
Esta noticia no llega en un buen momento para el primer ministro británico, que no disfruta de mucha popularidad: Starmer solo tiene un 20% de popularidad y va 15 puntos por detrás del líder de la ultraderecha Nigel Farage, según las encuestas. La oposición conservadora pide la dimisión de la responsable de Vivienda por el escándalo, pero ella asegura que no dejará el cargo. Según Rayner, como todo se trata de un error por un mal asesoramiento, no hay que dejar el cargo. De hecho, este miércoles, en la sesión de control parlamentario, Starmer mostró su apoyo a Rayner y le dijo que era un honor que formara parte de su gabinete.