Cada vez más solo. El asesor de ética del gobierno de Boris Johnson, Christopher Geidt, ha dimitido este miércoles, convirtiéndose en el segundo en ocupar este cargo que lo abandona en menos de dos años. Este jueves, Geidt ha publicado una carta donde explica que tomó la decisión después de recibir una petición por parte del primer ministro británico que, en caso de llevarse a cabo, infringiría el Código Ministerial que regula la conducta de los miembros del parlamento. Según ha trascendido a los medios locales, Johnson le habría pedido que considerara si el Reino Unido tendría que seguir aplicando aranceles sobre el acero importado, hecho que incumpliría las normas de la Organización Mundial del Comercio. En este sentido, el exasesor ha asegurado que la petición de Johnson lo dejaba en una posición "imposible y odiosa" y ha remarcado que "no podía formar parte" de esta "burla" donde el primer ministro infringe su propio reglamento. Johnson, en cambio, ha defendido su actuación alegando "problemas de comunicación" entre las partes y ha afirmado que su requerimiento tenía como objetivo "proteger el interés nacional de una industrial crucial".

"No puedo participar en eso"

Según el testimonio del exasesor, Geidt alertó a Johnson de que lo que le pedía podría suponer "una violación deliberada y decidida del Código Ministerial" y le pidió que justificara abiertamente su posición. Con todo, el asesor consideró que "la idea de que un primer ministro pueda estar interesado en cualquier grado al violar deliberadamente su propio código es una ofensa". "Eso haría una burla no solo de respeto por el código, sino que también daría permiso para suspender sus disposiciones en el gobierno de la conducta de los ministros de Su Majestad. No puedo participar en eso." La renuncia de Geidt llega poco después de que saliera a la luz el informe sobre las fiestas ilegales en Downing Street, donde se incumplieron las medidas de confinamiento de la covid. En la misiva publicada este jueves, Geidt explica que el Partygate dejó muy tocada la relación con el mandatario y que solamente podía continuar su tarea con un margen de credibilidad "muy reducido". Ante la última petición de Johnson, sin embargo, Geidt ha considerado que infringir el Código Ministerial es "una ofensa" y ha decidido presentar su dimisión "con efectos inmediatos".

Johnson se cree inmune

Aunque el exsupervisor cita la última disputa como la última gota que hizo tirar el vaso, previamente en la carta dejó clara su indignación con la gestión de Johnson sobre el llamado Partygate. Geidt l·ludeix a su "frustración" con el primer ministro por no haberse pronunciado en público sobre cómo su participación en al menos una de las fiestas, por la cual fue multado por la policía, podía haber infringido el código de buena conducta que rige a los diputados. Geidt, antiguo secretario personal de la reina Isabel II, ya había lamentado en un informe en mayo que "se ha creado la impresión que el primer ministro podría no estar dispuesto al hecho de que su propia conducta sea juzgada con relación a las obligaciones del código", denuncia.

El segundo que dimite

Ante un comité parlamentario que lo sometió a un intenso escrutinio esta semana, Geidt insistió en que es "razonable" interpretar que la multa que recibió Johnson por haber asistido a al menos una fiesta prohibida durante la pandemia constituye una ruptura del código ministerial. Geidt es el segundo asesor independiente sobre el código ministerial que dimite en el Gobierno de Johnson. En el 2020, Alex Allan también dejó el sitio después de que el mandatario rechazara las conclusiones de una investigación que concluyó que la ministra de Interior, Priti Patel, cometió acoso laboral contra funcionarios a su cargo.

La defensa

El Gobierno británico ha difundido hoy la carta de Geidt, tal como le reclamaba la oposición, y en paralelo también ha publicado la misiva de respuesta de Johnson, en la cual califica su renuncia de "sorprendida". En ella explica que buscó el consejo del asesor sobre un asunto "de interés nacional" relacionado con la Autoridad de Compensación Comercial, para "proteger una industria crucial, que está protegida en otros países europeos y sufriría mal material si no siguiéramos aplicando aranceles". Johnson señala en la carta que sus planes cuentan con el apoyo de otros partidos además del Conservador, y que se ajustan a la legalidad nacional, pero "podría verse que entran en conflicto con nuestras obligaciones bajo el OMC (Organización Mundial del Comercio)". "Al pedir su consejo antes de tomar cualquier decisión, buscaba garantizar que actuáramos apropiadamente y con respeto por el Código Ministerial", ha subrayado al primer ministro.