Los estados miembro de la Unión Europea aprobaron este lunes un nuevo reglamento para crear centros de deportación de migrantes fuera del territorio comunitario, siguiendo el modelo que impulsó el gobierno italiano de Giorgia Meloni en Albania. En resumen, tal cosa permitirá que los países europeos cierren acuerdos con países terceros que "respeten las normas internacionales sobre derechos humanos y los principios del derecho internacional, incluido el principio de no devolución", siempre que reciba el apoyo del Parlamento Europeo. El acuerdo alcanzado por los estados miembro bajo la presidencia danesa supone un paso importante para "contribuir" a reducir las llegadas de migrantes al bloque comunitario, según el ministro danés de Inmigración, Rasmus Stoklund. "Tres de cada cuatro migrantes irregulares a quienes la Unión Europea ha emitido una decisión de retorno continúan quedándose aquí en lugar de volver a su país", añadió Stoklund. En este contexto, nos preguntamos: ¿cómo son los centros de deportación de migrantes que ha aprobado la UE?
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, propuso el pasado octubre la creación de esta clase de centros la misma semana que Italia ponía en marcha el polémico plan de externalización de la acogida migratoria en Albania. Entonces, medios italianos como La Reppublica publicaron imágenes del campo de acogida de Gjadër, que fue una base de la Fuerza Aérea albanesa durante la dictadura comunista. Era un centro rodeado de un muro de siete metros de altura, con cámaras y otros sistemas de vigilancia. Dentro, una serie de barracones con capacidad para unos 3.000 solicitantes de asilo, aunque empezó con 400. Además de camas, había una sala médica, un laboratorio de análisis, una sala con instrumentos para radiografías y ecografías, y otra para visitas psicológicas y psiquiátricas. Había tres sectores: uno para los solicitantes de asilo, otro para las personas que serán repatriadas y un último para quienes cometan delitos.
El acuerdo con Albania implicaba que Italia levantaría los centros de Gjadër y de Shëngjin por un coste de 700 millones de euros en cinco años. El plan inicial era que las fuerzas de seguridad albanesas se limitarían a vigilar el perímetro exterior, mientras que las autoridades italianas controlarían las dos instalaciones. Dentro se gestionarían las solicitudes de asilo y las posibles repatriaciones de personas rescatadas en aguas mediterráneas, unas gestiones que podrían alargarse durante un mes. Las personas que podían acceder eran hombres, "no vulnerables" y procedentes de países "seguros", que son más fáciles de repatriar. La idea era identificar a las personas migrantes rescatadas y someterlas a un control sanitario en el centro de Shëngjin. Después, los solicitantes de asilo serían trasladados a Gjadër, a veinte kilómetros de distancia, de donde no podrían salir hasta que se resuelvan sus expedientes. Las personas que cumplieran las condiciones podrían presentar una solicitud de asilo en la UE, y serían deportadas si se les denegaba. La previsión era que cada año llegaran unos 36.000 migrantes
Ahora bien, los tiempos verbales que utilizamos ya sugieren que no ha sido del todo así. Tras abrir el 2024, el proyecto ha sido prácticamente paralizado por los tribunales italianos y europeos. Uno de los escollos era el que se consideraba un "país seguro", hecho que ahora parece haberse desbloqueado. El ministro italiano del Interior, Matteo Piantedosi, celebró este lunes el acuerdo de la UE sobre migración, subrayando que prevalece el enfoque italiano y que incluye la creación de una lista de países de origen "seguros", así como "la repatriación eficaz de migrantes". "El cambio que Italia ha solicitado en materia de migración se ha producido: hemos conseguido una lista europea de países de origen seguros, hemos reformado completamente el concepto de tercer país seguro y estamos a punto de implementar un sistema europeo de repatriación eficaz", afirmó Piantedosi.
¿Qué países se consideran seguros?
El ministro italiano subrayó que los estados miembro podrán "finalmente" aplicar los procedimientos acelerados en las fronteras, tal como prevé el protocolo Italia-Albania. Además, detalló que la nueva normativa permitirá efectuar "repatriaciones incluso hacia países terceros diferentes de los de origen", y que los centros de retorno podrán funcionar "no solo como puntos de llegada, sino también como puntos de tránsito", lo que aumentará la capacidad operativa de los estados miembro
En concreto, la UE acordó un nuevo reglamento que revisa el concepto de tercer país seguro para ampliar las circunstancias en las que una solicitud de asilo puede ser rechazada por inadmisible. En particular, no exige de manera obligatoria que exista una "conexión" con el país para poder retornar a un migrante. En esta línea, se ha dado luz verde a la primera lista de países de origen "seguros", que incluye países como Marruecos, Colombia, Bangladesh, Egipto, India, Kosovo y Túnez, así como los países candidatos a adherirse al bloque comunitario.
Imagen principal: el centro de migrantes de Gjadër, en Albania / Europa Press