La exalcaldesa de Barcelona, Ada Colau, el concejal de ERC Jordi Coronas y el resto de los 19 activistas catalanes y españoles de la Global Sumud Flotilla que firmaron la carta de deportación ya han llegado al Estado español después de cinco días retenidos en Israel. El grupo ha aterrizado inicialmente en la terminal 1 del aeropuerto de Barajas, concretamente a las 20:20, procedentes de Tel Aviv. Se trata del primer contingente de catalanes deportados por el gobierno israelí, después de la intercepción de la misión humanitaria que intentaba entrar en la Franja de Gaza. A la llegada, Colau ha sido recibida por miembros de su espacio político, que le han trasladado su apoyo. Después de esta escala en Madrid, parte del grupo ha completado el regreso hacia Catalunya. Se trata de Colau y Coronas, que ya han aterrizado en el aeropuerto de El Prat. Los otros cuatro, Guillem Esteban, Celia Vélez, Sofía Peris y Laia Rosell, vuelven en coche tras ser recibidos por sus familiares.

Colau y el resto de deportados han tomado esta tarde un vuelo para abandonar Israel después de que la armada hebrea interceptara a los casi 500 miembros de la Flotilla, los detuviera y los trasladara a la prisión de Saharonim, una instalación remota en el desierto del Néguev. Allí, varios activistas han denunciado haber sufrido torturas y maltratos por parte de las autoridades israelíes. Algunos de los deportados el sábado a Turquía relataron que estuvieron entre 36 y 40 horas sin comida ni agua, atados de manos y expuestos al sol, y que incluso intentaron beber del váter. Entre los episodios más graves, denunciaron que la activista Greta Thunberg fue “forzada a besar la bandera de Israel”.

Los 15 activistas que no han viajado a Catalunya han salido por la puerta de llegadas del aeropuerto de Barajas, donde han sido recibidos por un grupo importante de personas. Uno de ellos era el diputado valenciano de Compromís Juan Bordera, quien ha asegurado que "ha sido muy duro". "Nos han tratado fatal. Yo llevo un puñetazo en las costillas y hay compañeros que están fatal", ha denunciado. Otra activista se ha mostrado perpleja de ver "cómo los palestinos han sobrevivido así desde 1948" después de haber sido "rodeada de soldados" desde la madrugada del jueves. "Nos han enganchado, nos han arrastrado por el suelo, nos han metido en jaulas, nos han insultado, nos han impedido dormir, nos han negado asistencia médica", ha desvelado.

El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, había informado minutos antes del despegue del vuelo de que los 21 activistas catalanes y españoles que habían firmado la carta de deportación estaban de camino a Madrid. Poco después, la misma cartera ha admitido que ha pagado sus billetes de avión para "agilizar la salida" de Israel. "Exteriores ha negociado y facilitado el traslado de los españoles que voluntariamente lo han solicitado, ofreciendo plazas en el vuelo de este domingo a Madrid, con billetes adquiridos por el propio Ministerio para agilizar su salida", han trasladado fuentes del Ministerio a Europa Press.

Por su parte, el Ministerio de Sanidad informó de que ofrecerá asistencia médica a los 21 deportados de la Flotilla que aterrizaron en Madrid para evaluar posibles daños "que hayan podido sufrir" en Israel. "Desde el gobierno de España, desde el Ministerio de Sanidad, hemos llevado un equipo médico para poderles dar la asistencia que ellos quieran y para poder evaluar cualquier tipo de daño que hayan podido sufrir", ha trasladado la ministra de Sanidad, Mónica García, en declaraciones a RTVE, explicando que habrá personal sanitario en Barajas para realizar una primera evaluación voluntaria. 

Pendientes del resto de catalanes

A pesar del regreso de Colau y compañía, aún quedan catalanes retenidos en Israel. Es el caso de la diputada de la CUP Pilar Castillejo y el miembro del secretariado nacional del partido Adrià Plazas, que han decidido no firmar el documento que implicaba su deportación inmediata. Según ha informado la formación anticapitalista, ambos han rechazado el trámite porque incluía el reconocimiento de una entrada “ilegal” en territorio israelí, una afirmación que niegan de forma rotunda. En un comunicado, la CUP ha remarcado que su entrada no fue voluntaria, sino que fue forzada por la intercepción militar de la Flotilla. “Fueron las fuerzas de ocupación quienes les secuestraron y les forzaron a ir, en contra de su voluntad, a tierras ocupadas”, señala el texto, que recuerda que su intención era abrir un corredor humanitario en Gaza. Castillejo y Plazas continúan recluidos en la prisión de Saharonim y han reiterado su voluntad de mantener la presión internacional desde dentro.